Bruselas.- El primer ministro interino de Bélgica, Alexander De Croo, informó que ha invitado al nuncio apostólico (embajador del Vaticano) para sostener conversación con motivo de las declaraciones que hizo el papa Francisco sobre las leyes que autorizan el aborto durante su reciente visita a Bruselas.
“Es absolutamente inadmisible que el líder de un Estado extranjero comente de tal modo las leyes de nuestro país”, dijo De Croo, al intervenir ante los diputados del Parlamento belga, y agregó que “la época del dictado de la Iglesia quedó en el pasado”.
El Pontífice visitó Bélgica entre el 27 y el 29 de septiembre, su visita provocó amplios debates en el país debido a la posición mantenida por él en el tema de aborto.
Francisco criticó las leyes que legalizan la interrupción voluntaria del embarazo, calificándolo como asesinato. Además, durante una misa administrada en Bruselas dijo que al regresar al Vaticano iniciará el proceso de beatificación del fallecido rey Balduino de Bélgica, que se pronunció contra la legalización del aborto.
Francisco salió del marco de la agenda oficial de su visita para visitar la tumba de este monarca, a quien llamó “hombre de la fe, que tuvo la osadía de dejar provisionalmente el trono para no firmar una ley mortífera”.
Balduino reinó de 1951 hasta su muerte en 1993. En 1990, el rey se negó a firmar la ley sobre la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, aprobada por el Parlamento, explicando que contradecía sus principios morales. Como resultado, en Bélgica surgió una seria crisis gubernamental. Para solucionarla en el marco constitucional, fue invocada la incapacidad temporal de Balduino para reinar, la regencia delegada al Gobierno, y la ley quedó aprobada sin su participación, fue el Consejo de Ministros que sancionó el aborto.
Según testimonios de unos contemporáneos, el rey Balduino se pronunciaba contra el aborto, no sólo por consideraciones religiosas, sino también porque él no tenía hijos. (Sputnik)
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