La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, desestimó la nueva controversia suscitada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) acerca de la reforma al Poder Judicial, donde se plantea discutir si cuenta con atribuciones para revisar la iniciativa.
“No vamos a caer en ninguna provocación. Es un golpe aguado, no un golpe de Estado. ¿Qué sustento tiene [la Corte mexicana]? No peligra la reforma al Poder Judicial. El pueblo decidió, y el Gobierno, y las y los legisladores estamos para servir [a la población]”, explicó en conferencia de prensa.
La mandataria mexicana consideró que las diatribas de la mayor parte de los ministros de la Suprema Corte del país latinoamericano son para amedrentar a su Administración.
“No tiene sustento lo que están haciendo ocho ministros de la Corte [mexicana]. Ellos lo saben porque son abogados. [Conocen] formalmente el proceso, han leído la Constitución y la han aplicado algunas veces, solo cuando no defienden privilegios”, agregó.
Los comentarios de Sheinbaum se dan después de que el 3 de octubre de 2024, el pleno de la Suprema Corte mexicana aprobó iniciar una controversia para decidir si tiene atribuciones para revisar la reforma al Poder Judicial avalada por el Congreso, como lo solicitaron jueces y magistrados.
Durante la discusión, la ministra Lenia Batres Guadarrama consideró como “inaceptable” que la Corte de la nación latinoamericana pretenda atribuirse “facultades metaconstitucionales” para “subordinar a los otros Poderes de la Unión” e incluso al poder reformador de la Constitución Mexicana, integrado por ambas Cámaras del Congreso y las legislaturas de los estados.
“Si la Suprema Corte se arrogara atribuciones que no tiene, violaría el principio de supremacía constitucional, así como la división de Poderes y el Estado constitucional de derecho. La Suprema Corte estaría dando un auténtico, y lo digo con todas sus letras, golpe de Estado, al pretender someter a control constitucional el trabajo del poder constitucional reformador”, declaró la ministra.
Esta controversia deberá ser enviada a un ministro o ministra de la Suprema Corte mexicana para que presente un proyecto al Pleno, en el que se determine si es improcedente que el Poder Judicial de la Federación (PJF) pueda revisar el contenido constitucional o si podrá verificar si la reforma aprobada “es compatible o no con las garantías e independencia judicial”.
Al respecto, el presidente del Senado mexicano, Gerardo Fernández Noroña, señaló que la Suprema Corte demostró su “carácter faccioso” al pretender ponerse por “encima” del Poder Legislativo de México, que, dijo, tiene la atribución de reformar la Constitución mexicana.
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