El alcalde del municipio mexicano de Chilpancingo, Alejandro Arcos, fue decapitado en la ciudad del mismo nombre, al suroeste de México, apenas seis días después de haber asumido el cargo, informaron las autoridades locales y federales. Las primeras líneas de investigación apuntan al crimen organizado como responsable.
El cadáver del presidente municipal fue hallado sin cabeza en el interior de una camioneta. Su cabeza estaba colocada en el toldo del vehículo, de acuerdo con reportes de la prensa local.
Alejandro Arcos, quien se postuló al cargo por el opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD), asumió el cargo en medio de una crisis de violencia en esta ciudad de 300.000 habitantes.
Apenas el 3 de octubre, su operador político y secretario del ayuntamiento, Francisco Gonzalo Tapia, fue asesinado a balazos a unas cuadras del Palacio municipal. Y el 27 de septiembre, Ulises Hernández, director de la Unidad de Fuerzas Especiales de la policía local, también fue asesinado. Hernández iba a asumir como secretario de Seguridad en el Gobierno de Arcos.
La Fiscalía local emitió un escueto comunicado en el que informó que abrió una carpeta de investigación en contra de quien o quienes resulten responsables, por el delito de homicidio calificado, cometido en agravio del servidor público.
Alejandro Arcos dijo en su momento a los medios de comunicación que necesitaba protección especial debido a que, reconoció, temía por su seguridad. “No somos gente de conflicto”, dijo. “Vamos a seguir luchando por nuestra comunidad, siempre hemos hablado de un proyecto de paz, ha sido nuestra bandera”.
Desde que era candidato, afirmó una y otra vez que no haría pactos con ningún grupo de la delincuencia organizada y rechazó que en su Gobierno se fuera a permitir la corrupción.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo este 7 de octubre que se está analizando si la Fiscalía General de la República (FGR) atrae la investigación sobre el asesinato.
“Se están haciendo las investigaciones necesarias para saber cuál fue el motivo y cuál fue el móvil, y por supuesto hacer las detenciones correspondientes”, comentó la mandataria, que lleva apenas una semana en el poder.
Arcos, quien fue dirigente y militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), sucedió en el cargo a Norma Otilia Hernández, quien a su vez fue expulsada del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) después de que se difundiera un video en el aparece la alcaldesa en una reunión con Celso Ortega, presunto líder del grupo criminal Los Ardillos.
“El primer gran reto para el gabinete de seguridad será investigar y detener a los homicidas del presidente municipal de Chilpancingo”, señaló el abogado y especialista en seguridad Cesar Gutiérrez Priego.
“Queda claro que el caso deberá ser atraído por la FGR, ya que la Fiscalía del Estado de Guerrero ha demostrado ser incapaz de investigar y detener a los delincuentes, quienes con la firme intención de dar a conocer el homicidio, viralizan el crimen y crean una propaganda criminal con la firme intención de sembrar el terror y propagar su poderío en la región”, escribió el experto en su redes sociales.
De acuerdo con el especialista, se trata de una oportunidad para el secretario federal de Seguridad, Omar García Harfuch, de demostrar que la estrategia de inteligencia, investigación y mayor coordinación pueden dar resultados rápidos y efectivos contra los grupos criminales.
“Tarea nada fácil, pero es la oportunidad de poner en marcha la nueva estrategia de seguridad del Estado Mexicano”, señaló el letrado.
Este 7 de octubre, el gabinete de seguridad de la presidenta Sheinbaum dará a conocer la estrategia del gobierno federal en la materia que se basa en varios ejes: atención a las causas; inteligencia e investigación; coordinación con estados, municipios y fiscalías, y el fortalecimiento de la Guardia Nacional, un cuerpo de 127.000 elementos creado en la Administración pasada y que está bajo jurisdicción y mando de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
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