La percepción de inseguridad se incrementó notablemente en los últimos meses entre los habitantes de ciudades como Culiacán, capital del estado mexicano de Sinaloa (norte), donde se libra una batalla entre facciones del cártel de Sinaloa, y en Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, en Chiapas, donde la presencia del crimen organizado se ha incrementado.
De acuerdo con los últimos resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), las ciudades de México donde más personas a partir de los 18 años percibieron que vivir en su ciudad era inseguro fueron: Tapachula (91,9 %), en Chiapas (sur) Naucalpan de Juárez (88,0 %), en el Estado de México (centro); Fresnillo (87,9 %), en Zacatecas (norte); Ecatepec de Morelos (87,0 %), también en el Estado de México; Irapuato (86,4 %), en Guanajuato (centro) y Tuxtla Gutiérrez (85,9 %), también en Chiapas.
En contraste, la percepción de inseguridad resultó menor en: San Pedro Garza García (13,7 %), en Nuevo León (noreste) Benito Juárez (17,5 %), en la Ciudad de México (centro); Tampico (20,0 %), en Tamaulipas (noreste); Piedras Negras (20,2 %), en Coahuila (noreste); Puerto Vallarta (21,3 %), en Jalisco (occidente) y Saltillo (21,7 %), también en Coahuila (norte).
Aunque Culiacán, una ciudad de poco más de un millón de habitantes y capital del estado de Sinaloa, no aparece entre las ciudades con mayor percepción de inseguridad, este indicador se disparó hasta en más de 10 puntos porcentuales de junio a septiembre de este año, al pasar de 44,7% a 55,7%, el porcentaje de la población que percibe inseguridad en la ciudad.
Culiacán ha quedado en el centro de una cruenta batalla entre dos facciones del cártel de Sinaloa a raíz de la detención, el pasado 25 de julio, del narcotraficante Ismael Mayo Zambada, quien acusó que fue engañado y traicionado por el grupo comandado por los hijos del afamado narcotraficante Joaquín Chapo Guzmán para ser llevado a Estados Unidos contra su voluntad.
De acuerdo con recuentos de la prensa local, 260 personas han muerto, otras 300 han sido privadas de su libertad y más de 400 vehículos han sido robados en el estado de Sinaloa desde el pasado 9 de septiembre, cuando inició el enfrentamiento entre las dos facciones del Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones más poderosas de México y del mundo.
La percepción de inseguridad también creció en las ciudades de Tapachula, donde el porcentaje de la población que percibe inseguridad pasó de 85,7% en septiembre de 2023 a 91,9% en septiembre de este año, y en Tuxtla Gutiérrez, donde la percepción de inseguridad creció de 71% a 85,9% en el mismo periodo de tiempo.
Chiapas también registra una crisis de seguridad por el crecimiento de grupos del crimen organizado, de acuerdo con organizaciones defensoras de los derechos humanos que trabajan en el estado.
En la última manifestación de esta violencia, el sacerdote católico tzotzil Marcelo Pérez Pérez, un activista y defensor de los derechos humanos, fue asesinado en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, en la región de Los Altos, en un crimen que cimbró a la comunidad católica y que fue condenando por diversas instancias nacionales e internacionales.
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