Río de Janeiro (Brasil).- La vacuna contra el dengue que ya se aplica en Brasil y Argentina no es una solución mágica y de momento hay que seguir priorizando la eliminación de los criaderos del mosquito transmisor, el Aedes Aegypti, aseguró a la Agencia Sputnik el director general de la Organización Panamericana de la Salud (OPAS), Jarbas Barbosa.
“La vacuna que actualmente está disponible no es una bala de plata contra el dengue”, afirmó Barbosa, remarcando que hay otras dos en camino pero que tardarán en generar una cobertura importante: “No nos engañemos, para que haya una cobertura vacunal que tenga impacto se necesitarán de ocho a diez años. El camino hoy es controlar la propagación del vector y preparar los servicios de salud”.
Este año Brasil se convirtió en el primer país del mundo en incorporar la vacuna contra el dengue en el sistema público de salud. Poco después le siguió Argentina. Los dos países usan la vacuna Qdenga, del laboratorio japonés Takeda, y que exige dos dosis para tener eficacia completa.
La vacuna llegó justo cuando la región vivía una explosión de casos de dengue. Hasta septiembre de este año se reportaron más de 11,7 millones de casos en las Américas, el doble que en 2023, según datos de la OPAS. Por eso, las expectativas con el inmunizante eran muy altas.
Sin embargo, había varios desafíos. No había vacunas para todos y se priorizó las ciudades más afectadas y los grupos de población más sensibles (niños y adolescentes) pero aun así, no hubo una gran adhesión por parte de la población.
En Brasil, de los 4,8 millones de vacunas que el Gobierno entregó a los estados y municipios entre febrero y septiembre de este año, tan sólo se aplicaron 2,3 millones de dosis, menos de la mitad, según un balance presentado hace un mes por el propio Ministerio de Salud de Brasil.
Barbosa restó importancia a la situación y defendió que hay que seguir poniendo el foco en la prevención, porque el 80 por ciento de los criaderos de mosquitos están en agua estacanda dentro de los propios domicilios.
Mientras tanto, hay otras dos posibles vacunas contra el dengue en marcha: una que desarrolla un laboratorio privado en Argentina y otra del Instituto Butantan de São Paulo, en Brasil. Sobre esta última, el responsable de la OPAS se muestra optimista: “Si se confirman los estudios que se hicieron puede tener un papel mejor (que la Qdenga)”.
El funcionario también destacó que el cambio climático (junto a los efectos del fenómeno El Niño) ha sido un factor determinante en el aumento récord de casos de dengue en la última temporada.
En este sentido, destacó que la salud tiene que tener un protagonismo principal en las discusiones sobre cambio climático, porque el aumento de la temperatura global y los eventos climáticos extremos ya están causando enormes impactos en la salud de la población y la tendencia es a empeorar. (Sputnik)
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