Tel Aviv.- Los mediadores estadounidenses están trabajando en una propuesta para detener las hostilidades entre Israel y la organización chií libanesa Hizbulá, comenzando con un alto el fuego de 60 días, según el medio saudí Alarabiya.
Según las fuentes, una persona informada sobre las conversaciones y un diplomático de alto rango en El Líbano, el período de dos meses se utilizaría para finalizar la implementación total de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, adoptada en 2006 para que la única fuerza armada en el sur del Líbano sea el ejército libanés.
La Resolución 1701 es la base de las conversaciones para poner fin a los combates entre Hizbulá y las tropas israelíes, que empezaron el día después de que Hamás atacara Israel en octubre de 2023, y se han intensificado drásticamente en las últimas cinco semanas.
Se espera que lleguen mañana jueves a la región los dos altos consejeros del presidente estadounidense, Joe Biden.
Brett McGurk y Amos Hochstein, viajarán para reunirse con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y otros altos cargos israelíes para discutir un posible alto el fuego entre Israel y Hizbulá en el Líbano, informó el sitio de noticias Walla este miércoles.
El informe aseguró que ambos presentarán una propuesta oficial de alto el fuego con Hizbulá en un intento de sellar un acuerdo que, según fuentes oficiales sin identificar, tanto israelíes como estadounidenses, se puede concretar en unas semanas.
Uno de los grandes obstáculos es la exigencia israelí de que su ejército opere libremente en el sur del Líbano para garantizar el cumplimiento de los términos acordados.
El periódico Al Jbar, afiliado a Hizbulá, publicó el martes las demandas de la organización proiraní para el alto el fuego, incluyendo el mantenimiento del vínculo entre la guerra con Israel y la guerra de Hamás en Gaza.
“Hizbulá espera que todos los libaneses comprendan que el desarme no es una opción”, escribió el periódico.
Hizbulá, junto con el movimiento Hamás en la Franja de Gaza, las fuerzas hutíes del movimiento Ansar Alá en Yemen y las milicias proiraníes de Irak y Siria, forma parte del llamado ‘eje de resistencia’ contra el Estado hebreo en Oriente Próximo.
Tras semanas de aumento de la violencia transfronteriza, Israel lanzo una incursión terrestre después de dos oleadas de detonaciones de dispositivos de control remoto a lo largo del Líbano y una campaña de bombardeos aéreos para descabezar a Hizbulá, cuyo dirigente histórico, Hasán Nasralá, murió en un ataque con bombas antibúnkeres sobre un edificio residencial de Beirut, así como su sucesor. La capital libanesa no sufría bombardeos israelíes desde la guerra de 2006.
El gobierno libanés cifra las bajas desde octubre del año pasado en más de 2.792 y los heridos en más de 12.722, sin diferenciar civiles de combatientes. Israel indica que ha matado a por lo menos 2.000 combatientes de Hizbulá.
En lo que va de este mes, la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (Finul) denunció varios ataques del Ejército israelí contra sus posiciones, con cinco cascos azules heridos hasta la fecha. Israel sostiene que Hizbulá utiliza a efectivos de la Finul como escudos humanos e instó a retirar esta fuerza de paz desde el sur del Líbano. (Sputnik)
Fuente: https://noticiaslatam.lat/
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