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El plan del nuevo Gobierno de EU contra las drogas podría generar “más presiones” sobre México

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Carlos Martínez

Ante la crisis por drogas que azota a Estados Unidos, Kamala Harris y Donald Trump han planteado desde reforzar la frontera con México hasta realizar una “operación militar”. Expertos consultados por Sputnik prevén un “endurecimiento” de las políticas de seguridad y “presiones” del nuevo Gobierno sobre el país latinoamericano.

Roberto Zepeda Martínez, integrante del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM, consideró que el plan de combate al narcotráfico que implementará el nuevo Gobierno de EU implicará un “endurecimiento” de las políticas migratorias y de seguridad, por lo que se espera un “panorama adverso” para México.

Em entrevista con este medio, el investigador estimó que existen más posibilidades de que se formalice una cooperación bilateral en temas de seguridad con el Partido Republicano, por antecedentes como la llamada Iniciativa Mérida, que se anunció en 2011 y que contempló el financiamiento del Departamento de Estado al Gobierno de México para la prevención del crimen y la violencia.

El académico anticipó que habrá “más presión” de Washington sobre el Gobierno que encabeza la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, en temas como migración y combate al narcotráfico. Advirtió que México debe “estar preparado” ante cualquiera de los escenarios —un triunfo de Harris o de Trump— pues podría también estar implicado el tema comercial.

“México se debe preparar para una negociación. Obviamente, tenemos un canciller [Juan Ramón de la Fuente] que tiene experiencia; Marcelo Ebrard, que estará en la renegociación del T-MEC, [ellos] ya conocen a Trump, suponiendo que él gane. México tiene muchas ‘cartas para jugar’: una es la migración, otra es el combate al narcotráfico y la seguridad”, subrayó el investigador de la UNAM.

¿Intervención militar en México?

El analista Roberto Zepeda observó que la propuesta del republicano Donald Trump de implementar una posible “operación militar” en el país latinoamericano para “sacar del negocio” a los cárteles mexicanos, podría detener la cooperación entre ambos países y provocaría una “crisis diplomática fuerte”, debido a que se estaría vulnerando la soberanía de México.

“Estados Unidos estaría poniendo en riesgo la cooperación de México en temas de migración, no solo en términos de seguridad, de combate al narcotráfico, de combate incluso al terrorismo. Esto de intervenir en otro país para combatir a los cárteles de la droga sería una alarma para todos los países de Latinoamérica”, señaló el investigador.

En tanto, el internacionalista observó que declarar a los cárteles mexicanos como entidades “terroristas” —como han planteado legisladores republicanos y de la oposición en el país latinoamericano— implicaría frenar la colaboración con el país latinoamericano en el intercambio de información sobre estas organizaciones y que EU modifique sus políticas migratorias.

“México está en el perímetro de seguridad de Estados Unidos en combate al terrorismo, de [compartir] información de aeropuertos, de hoteles, de muchas cosas en las que coopera, toda esa información está conectada. Suponiendo [que los declare] tendrá que aceptar a los ciudadanos mexicanos como refugiados. Le va a generar un problema de migración”, estimó Roberto Zepeda.

“No sería eficiente cerrar la frontera o intervenir”

Julio Peña Vega, responsable del posgrado de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, consideró como parte del “contexto electoral” y los “discursos” las advertencias que han lanzado los candidatos presidenciales Kamala Harris Donald Trump de reforzar e incluso “cerrar” la frontera con México, para detener el ingreso de drogas ilegales.

“La parte de la frontera no es lo más significativo que se da en cuanto al tráfico ilícito. Bloomberg reportó que 90% del fentanilo que se ha interceptado, se da en la cuestión de los puertos de entrada que tienen Estados Unidos y México. […] Vincularlo con la frontera [el tráfico ilegal] ya no tiene tanto peso”, estimó el académico.

El académico observó que una “intervención directa” de Washington en territorio mexicano para enfrentar a los cárteles de la droga “no sería eficiente” y representaría un “fracaso” en el plan estadounidense para combatir el tráfico ilegal.

Recordó que durante la Administración de Felipe Calderón (2006-2012), con la llamada “guerra contra el narco”, no se logró solucionar el problema e incluso se incrementó la violencia relacionada con el crimen organizado en diferentes partes del país latinoamericano.

Peña Vega criticó la propuesta de deportación masiva, lanzada por el candidato republicano, al señalar que “no sería conveniente” para la región de Norteamérica, especialmente para Washington, pues generará problemas migratorios en la frontera, que afectarían también a la zona limítrofe de México con Centroamérica.

El experto estimó que en el plan de combate al narcotráfico, Estados Unidos buscará “imponer su visión” tanto en la agenda de seguridad como en el control fronterizo. Independientemente, del candidato que llegue a la presidencia estadounidense, en esa “dirección estarán” enfocadas las nuevas políticas de la Administración estadounidense.

En la crisis de [combate] al fentanilo, sucederá como en la migración, esta perspectiva de ‘securitización’, ese término de Estados Unidos que es proyectar sus fronteras hasta la frontera mexicana con los países centroamericanos, como se dio en el gobierno de López Obrador”, comentó el analista.

El maestro Julio Peña Vega comentó que Estados Unidos enfrenta una dificultad para aplicar una política de salud a nivel federal para el tratamiento de las adicciones. Señaló que estas estrategias podrían quedar “limitadas“, al menos en el corto plazo.

Estimó que el margen de “negociación” de México es “pequeño” por la importancia que el tema del narcotráfico representa para la sociedad estadounidense. Aunque consideró que el Gobierno del país latinoamericano “no tendrá más opción que ceder” y negociar puntos de la política de seguridad.

Las propuestas

Kamala Harris propuso durante la campaña perseguir y castigar “con todo el peso de la ley” al Cártel de Sinaloa, cuyos líderes, Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, e Ismael el Mayo Zambada, se encuentran en prisiones de Estados Unidos. La demócrata aseguró que como fiscal general “se enfrentó a organizaciones criminales transnacionales”.

La aspirante demócrata afirmó durante una visita a Arizona en septiembre pasado que, de llegar a la Casa Blanca, dará “prioridad a interrumpir el flujo del fentanilo”, mediante el reforzamiento de la frontera con México. Prometió apoyar a la Patrulla Fronteriza, con más personal y tecnología, y arreglar el “defectuoso” sistema de migración.

Por su parte, el candidato Donald Trump “endureció” sus propuestas para combatir al narcotráfico, entre las que se incluye una “operación militar” en el país latinoamericano, de la que no ofreció más detalles. El republicano afirma que los estadounidenses están muriendo “a niveles que nadie había visto nunca” a causa del fentanilo.

El republicano dijo en julio pasado que el Gobierno mexicano se encontraba “petrificado ante los cárteles” y que estas organizaciones criminales “podrían quitar al presidente en dos minutos”. También ha criticado a China por el ingreso de precursores químicos para la elaboración de drogas sintéticas, que, aseguró, cruzan la frontera estadounidense.

En abril pasado, Trump indicó para la revista Time que desplegaría al Ejército para llevar a cabo una operación de deportación masiva si fuera elegido presidente. Cuando el entrevistador señaló que la ley federal prohíbe esta operación militar contra civiles, el republicano respondió que los migrantes “no son civiles” y “no están legalmente en nuestro país”.

Cárteles de Sinaloa y Jalisco: en la mira de EU

El Departamento de Justicia de Estados Unidos publicó un informe en mayo pasado en el que señala a los cárteles de Sinaloa y de Jalisco de provocar “la peor crisis de la droga en la historia” del país norteamericano. Detalla que ambas organizaciones dominan el comercio ilícito, y el “incesante flujo de fentanilo y metanfetamina” que cruzan la frontera con México.

Apuntó que la facilidad y los bajos costos de producción de estas drogas ilegales a “gran escala” en México las hace “muy rentables”. En el informe de la DEA, se detalló que la venta de estupefacientes en el mercado estadounidense se lleva a cabo mediante aplicaciones de mensajería y redes sociales, que realizan “grupos locales independientes”, pandillas y bandas, pero no admite la presencia de cárteles.

El Gobierno estadounidense afirmó en el informe que el Cártel de Sinaloa estableció una asociación con proveedores chinos de precursores químicos para la fabricación de drogas sintéticas y con organizaciones asiáticas para el “lavado de dinero”. En tanto, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), dice el documento, adquiere “la gran mayoría de productos químicos” de proveedores de China y la India. Sputnik

Fuente: https://noticiaslatam.lat/

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