Río de Janeiro (Brasil).- El expresidente brasileño Jair Bolsonaro (2019-2023) era plenamente consciente de los planes de su círculo más cercano para perpetrar un golpe de Estado en 2022 y además tuvo “participación activa” en la estrategia, según el informe de la Policía Federal en que el líder ultraderechista fue acusado y cuyo contenido fue desvelado este martes.
“Dando continuidad a la ejecución del plan criminal, el grupo inició la práctica de actos clandestinos con el objetivo de promover la abolición del Estado Democrático de Derecho, de los cuales Jair Bolsonaro tenía plena conciencia y participación activa”, apunta el informe donde la policía apuntó indicios de crímenes contra Bolsonaro y otras 36 personas.
Bolsonaro y varios militares y ministros cercanos ya fueron señalados por la policía por presuntamente haber cometido al menos tres delitos: intento de golpe de Estado, abolición violenta del Estado Democrático de Derecho y pertenencia a una organización criminal.
Hasta ahora, el informe policial (de más de 800 páginas) permanecía bajo secreto de sumario, pero después de que el juez del Tribunal Supremo Federal, Alexandre de Moraes, lo autorizará, se empezó a conocer al detalle su contenido.
“Los elementos de prueba obtenido a lo largo de la investigación demuestran de forma inequívoca que el entonces presidente de la República, Jair Bolsonaro, planeó, actuó y tuvo dominio de forma directa y efectiva de los actos ejecutorios realizados por la organización criminal que buscaba concretar un golpe de Estado y la abolición del Estado Democrático de Derecho”, dice el informe en una de sus conclusiones.
Hasta ahora, la estrategia de Bolsonaro y su entorno se ha basado en defender que el expresidente desconocía la existencia de los planes y a minimizar su importancia.
No obstante, la investigación señala, por ejemplo, que Bolsonaro participó en la redacción de la llamada “minuta golpista”, el documento con el que se pretendía declarar el Estado de Sitio para dar inicio a un golpe militar.
Además, la policía descubrió que el entorno más próximo de Bolsonaro llegó a imprimir en el Palacio del Planalto (la sede del Gobierno) un documento en el que se trazaba la estrategia para asesinar al entonces presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva y otras autoridades.
El informe policial donde están todas estas pruebas y acusaciones ya está en manos del Supremo y se espera que la Procuraduría General de la República decida si presenta o no una denuncia formal contra el exmandatario a principios de 2025.
Si eso ocurriera, Bolsonaro pasaría a estar imputado y después sería juzgado en el Supremo; las penas por los delitos de los que está acusado suman hasta 28 años de cárcel. (Sputnik)
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