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¿Qué secuelas puede sufrir el cuerpo de una persona que ha tenido COVID al menos una vez en su vida?

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Ha pasado mucho tiempo desde la pandemia COVID-19, pero los científicos aún no tienen una respuesta definitiva sobre si el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad, permanece en el cuerpo humano para siempre. Qué consecuencias esperar y cómo reducir los riesgos, explica al portal ‘Nauchnaya Rossiya’ (Rusia científica) la bióloga Olga Balán.

“El coronavirus es muy polifacético y puede provocar un gran número de consecuencias diferentes”, señala la candidata de Ciencias Biológicas.

De acuerdo con Balán, que también es la investigadora principal en el laboratorio de genética del Centro Científico de Carelia de la Academia de Ciencias de Rusia, tanto la primera enfermedad de Covid como la recurrente tienen secuelas peligrosas para el organismo.

Las estadísticas indican que las personas que han padecido el virus por segunda vez son más propensas a desarrollar enfermedades fibrosas graves, mientras que la afección sufrida por primera vez puede provocar el desarrollo de trastornos autoinmunes, los cuales incluyen:

artritis reumatoide,

lupus eritematoso sistémico,

diabetes mellitus, entre otros.

En este caso, el SARS-CoV-2 se convierte en un factor desencadenante de una patología que, sin la exposición al virus, no habría podido activarse, añade. “Hay que recordar que se trata de una enfermedad multifactorial, que afecta prácticamente a todo el organismo, y no es posible predecir en qué órganos concretos se producirán los cambios ni a qué cuadro clínico dará lugar”, lamenta la bióloga.

Mientras tanto, existe la posibilidad de que el virus siga viviendo en el organismo después de que se haya suprimido la infección, advierte.

“Algunos virus que contienen ARN, entre los que se encuentra el SARS-CoV-2, utilizan los propios mecanismos intracelulares del huésped para evitar ser eliminados del organismo. En el curso de la evolución, los virus se adaptan para tener tiempo de persistir”, explica.

Ahora se sabe que el virus puede entrar en el cuerpo humano a través de prácticamente todas las células y afectar a cualquier órgano, pero no es capaz de permanecer en cada una de ellas durante mucho tiempo, comenta. Esto, agrega, es la principal dificultad en el desarrollo de fármacos contra el coronavirus, los científicos aún no han identificado la totalidad de las células expuestas a sus efectos.

“No conocemos todos los blancos del SARS-CoV-2 (…) Quizá sea posible inhibir la actividad del virus con algunas enzimas a lo largo del tiempo, pero existe el riesgo de que, junto con la supresión de la actividad viral, también suprimamos la actividad enzimática dentro de nuestras células”, destaca.

Asimismo, Balán y sus colegas biólogos descubrieron que las partículas víricas pueden detectarse en las células incluso un año después de la infección. Esto también fue confirmado por otros estudios, en los que el virus fue hallado en el organismo un año y medio después de la enfermedad.

Sin embargo, aún no es posible sacar conclusiones definitivas sobre si el SARS-CoV-2 es una enfermedad estacional o si, al igual que el herpes, está presente en el organismo durante toda la vida y se activa en momentos de debilitamiento del sistema inmunitario, subraya.

El virus, como las enfermedades herpéticas, encuentra “refugios tisulares” donde se esconde del sistema inmunitario y, cuando se debilita, empieza a atacar al organismo, explica. Al mismo tiempo, la suposición de que las personas con herpes son menos susceptibles a la infección por coronavirus ha sido desacreditada desde hace mucho tiempo, asegura.

El actual objetivo de las investigaciones de Balán y sus colegas es determinar si el virus es capaz de permanecer permanentemente en el organismo y qué mecanismos utiliza para conseguirlo, narra.

Para evitar la aparición de un virus y minimizar los riesgos, la bióloga ofrece recomendaciones universales, pero viables, para mantener un estilo de vida sano y cuidarse, lo que incluye dormir lo suficiente, comer bien y tomar vitaminas.

“Así, las defensas del organismo nos permitirán ser menos susceptibles a cualquier infección”, concluye.

Fuente: https://noticiaslatam.lat/

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