Escalofriante…así el fenómeno de la migración
El panorama migratorio se ha tornado aún más sombrío, y las cifras presentadas por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos son un reflejo escalofriante de la cruda realidad que enfrentan miles de migrantes.
Durante el ejercicio fiscal de 2024, más de 270.000 migrantes fueron deportados, un número estremecedor que subraya la gravedad de la situación. De esos, 68.266 eran convictos y 20.497 tenían cargos penales pendientes, lo que plantea una serie de preocupaciones sobre los derechos humanos y el trato a los migrantes en el país vecino.
La cifra total, 271.484 expulsados, se convierte en un claro indicador de las políticas de inmigración más estrictas y las consecuencias de un sistema que, lejos de buscar soluciones, parece multiplicar las dificultades para quienes buscan una vida mejor.
Es pertinente señalar que la gran mayoría de estos migrantes fueron devueltos a México, con 206.943 expulsiones en este sentido.
Este fenómeno tiene un impacto directo en los recursos y en la capacidad del gobierno mexicano para atender a quienes regresan, muchos de ellos con historias desgarradoras de abuso, pobreza y desesperación.
La incertidumbre se incrementa en este contexto, pues no solo se enfrenta la realidad de los que fueron deportados, sino la angustia de aquellos que temen seguir este mismo destino.
En un entorno como el de Nuevo León, la situación puede volverse insostenible si no se toman medidas urgentes y adecuadas.
La preocupación es aún más palpable con la cercanía de la discusión del presupuesto 2025 para Nuevo León.
El gobernador Samuel García y los legisladores de la entidad deben considerar seriamente cómo estos números impactan la estabilidad social y económica del estado.
Con un panorama fiscal incierto y la constante llegada de migrantes deportados, el gobierno estatal debe buscar soluciones que no solo atiendan los problemas inmediatos, sino que también apunten a generar una política de inclusión y de apoyo a la migración, sin perder de vista la seguridad y la justicia social para todos los involucrados.
La situación es grave, y la presión sobre el gobierno de Nuevo León para actuar de manera sensata es inminente.
Las decisiones que se tomen en el marco del presupuesto 2025 podrían marcar la diferencia entre un futuro más justo y equilibrado para los migrantes y una crisis humanitaria que afecte a toda la región.
Si los legisladores y el gobernador no logran un consenso realista y humano, el estado podría enfrentar una situación aún más compleja, reflejando las duras realidades de la migración y sus consecuencias para los países involucrados.
Con datos tomados de (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos: https://sputniknews.lat/