Gerardo Mérida Sánchez presentó su renuncia como titular de la Secretaría de Seguridad de Sinaloa, estado ubicado al norte de México que se ha visto azotado por una ola de violencia en fechas recientes. Su lugar fue tomado por Óscar Rentería que a partir de hoy buscará poner “calma” a la guerra que se libra en dicha entidad.
Medios locales destacaron que Mérida Sánchez duró apenas 15 meses en el cargo. Esta es la segunda salida del titular de dicha cartera en lo que va del Gobierno de Rubén Rocha.
La cartera estatal será ahora presidida por Oscar Rentería Schazarino, general de Brigada Diplomado de Estado Mayor, a quien el mandatario Rocha le tomó protesta esta misma jornada, en un evento al que acudió el titular de Seguridad y Protección Ciudadana federal, Omar García Harfuch.
A través de sus redes sociales, García Harfuch confirmó el cambio en la dependencia estatal y ofreció un balance sobre los avances a nivel local en el combate a la inseguridad.
“A la fecha han sido detenidas más de 200 personas, se han asegurado más de 400 vehículos de los cuales 70 son blindados, más de 600 armas de alto poder, así como granadas, explosivos, cantidades importantes de droga, entre ellas más de una tonelada de fentanilo“, escribió el funcionario.
El estado de Sinaloa vive una ola de violencia sin precedentes luego de la detención de Zambada García, alias el Mayo, quien señaló que uno de los hijos del Chapo Guzmán, Joaquín Guzmán López, lo engañó y traicionó para llevarlo, contra su voluntad, a Estados Unidos, donde enfrenta un juicio por narcotráfico.
El gobernador de la entidad, Rubén Rocha Moya, del partido oficialista Morena, afirmó el 26 de noviembre que los enfrentamientos armados de grupos criminales con autoridades se han reducido en el estado tras la detención de un líder narcotraficante hace cinco meses.
Los sicarios de dos grupos rivales del cartel de Sinaloa, la principal organización criminal del país, los herederos del Chapo Guzmán conocidos como los Chapitos, y los seguidores del Mayo Zambada, llamados los Mayos, han dejado al menos 350 asesinatos en la entidad del noroeste y unos 200 desaparecidos, sobre todo en su capital, Culiacán.
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