El senador de Nuevo León, Waldo Fernández, expresó su profunda preocupación por los continuos fracasos de las administraciones estatales en abordar la crisis de movilidad que ha aquejado al estado durante los últimos 20 años. En un contundente pronunciamiento, el legislador señaló que las medidas adoptadas a lo largo de estas dos décadas han estado plagadas de conflictos de interés, mala planificación y una falta de enfoque estratégico en las necesidades de la población.
“Primero se le entregó el sistema de transporte a los sindicatos, y fracasó. Luego, se transfirió a manos de empresarios, y nuevamente resultó en un desastre. Ahora, el gobierno de Samuel García intentó centralizarlo, pero el resultado es otro rotundo fracaso”, declaró Fernández.
El senador identificó como uno de los principales problemas la dependencia de vehículos adquiridos en el extranjero, como los camiones provenientes de Corea y China. Según Fernández, esta práctica no solo encarece la operación del sistema, sino que también complica el mantenimiento debido a la falta de refacciones locales.
“La solución para la movilidad en Nuevo León debe partir de una colaboración con proveedores locales. No se trata solo de comprar unidades, sino de garantizar que estas puedan ser mantenidas y operadas de manera sostenible. Además, es fundamental que el Gobierno del Estado promueva un esquema de operación liderado por empresarios especializados en el ramo”, enfatizó.
Fernández también subrayó la importancia de entender el transporte público como una herramienta clave para la competitividad del estado. Según el senador, un sistema eficiente no solo mejora la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también estimula el desarrollo económico al incrementar la productividad.
Desde su trinchera en el Senado de la República, el legislador adelantó que emitirá un extrañamiento formal respecto al reciente incremento en las tarifas del transporte público en Nuevo León. Esta decisión, a juicio del senador, contradice las promesas realizadas durante la campaña del gobierno estatal y agrava una situación que ya es insostenible.
“Es momento de que el transporte público en Nuevo León deje de ser una promesa incumplida y se convierta en una realidad tangible. Necesitamos una política pública eficaz que garantice la movilidad y fomente el crecimiento de nuestro estado”, concluyó Fernández.
eitmedia.mx