Hacedor de milagros
Para las cuatro de la mañana entra a trabajar. En el mercado de abastos de la zona norte de la ciudad. En la bodega venden desechables. Todo equilibrista formado desde hace un año.
Cuatrocientos pesos diarios. Para las tres de la tarde ya va de regreso a casa. Seis días laborales por semana. Vive en un cuarto pequeño. La casa de la abuela paterna lo refugia.
Evita vivir con la familia nuclear. Dos de sus hermanos mayores están en las garras del consumo de narcóticos. No trabajan. Tiran el tiempo como los gatos. Durmiendo toda la jornada. Al caer el sol salen para apañar a quien se deje.
A los catorce pasó por el rito de iniciación. Consiguió jale en la más conocida cantina de música norteña. Los lunes atendiendo a los camiones de cerveza, los de refrescos, a los proveedores de alimentos.
Cada uno hace corte al entregar. Como recibe cubre los pagos pendientes. Mantuvo en las hieleras siempre las bebidas frías. Sin queja del dueño. Adicional hace la limpieza en la casa del empresario famoso por recibir a las celebridades de la música.
Le buscan para regresar a la cantina. Mayor emolumento por semana. Además de dos días de descanso.
Piensa mucho si vale la pena retornar. Es hasta el otro lado de la ciudad. Construir en la segunda planta de la casa de sus padres.
Ahora esta enamorado de una chamaca. La visita todos los sábados por la tarde. De toda la prole es el único nacido en el valle de Texas. Puede migrar cuando otros no pueden.
Terminar la high school. Mejor espera hasta los 18. Dentro del sistema. Sin llamar la atención de servicios infantiles.