
El Metro que nunca llegó: una promesa rota para Santa Catarina
La reciente cancelación del proyecto del Metro para Santa Catarina ha dejado al descubierto una vez más la fragilidad de la planificación gubernamental y la falta de compromiso con la movilidad urbana. Lo que alguna vez fue presentado como una solución para miles de ciudadanos hoy se diluye en excusas presupuestarias y disputas políticas.
El anuncio del gobernador Samuel García de cancelar la expansión del Metro hacia este municipio no solo representa un revés para la infraestructura de transporte en la entidad, sino que también envía un mensaje preocupante sobre la inconsistencia de las promesas gubernamentales. La movilidad en Santa Catarina sigue siendo un problema urgente, y esta decisión condena a sus habitantes a seguir dependiendo de un sistema de transporte público insuficiente e ineficiente.
Además, el conflicto político se suma a la controversia. La relación entre el Gobierno estatal y el alcalde Jesús Nava ha estado marcada por cambios de postura y desacuerdos, lo que plantea la pregunta de si la cancelación del proyecto responde a motivos técnicos o a un trasfondo político. Independientemente de las razones, lo cierto es que la ciudadanía es la más perjudicada por la falta de acuerdos y visión de largo plazo.
Más allá de los señalamientos, la cancelación del Metro para Santa Catarina debe encender las alarmas en torno a la necesidad de mayor transparencia y planeación en los proyectos de infraestructura. No se trata solo de cambiar rutas o prioridades, sino de garantizar que los ciudadanos no sean víctimas de decisiones improvisadas.
Si el desarrollo urbano y la movilidad realmente son prioridades para la administración estatal, es imperativo que se presenten alternativas viables y no solo promesas vacías. La expansión del Metro en Nuevo León es una necesidad urgente, y su retraso o cancelación no debe ser un juego político, sino un tema de compromiso real con la calidad de vida de los ciudadanos.