
Ciudad de México.- La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de imponer un arancel del 25% a las exportaciones mexicanas ha encendido las alarmas en el sector del transporte de carga, un pilar fundamental del comercio bilateral. Según el diputado federal Víctor Manuel Pérez Díaz, presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes en la Cámara de Diputados, esta medida podría generar una crisis económica en el sector y afectar directamente a miles de familias que dependen de la actividad.
“El transporte de carga es la espina dorsal de la relación comercial entre ambos países. Si los costos operativos se disparan, muchas empresas enfrentarán dificultades para mantenerse a flote, lo que impactará a trabajadores, consumidores y toda la cadena productiva”, advirtió el legislador.
Consecuencias en la economía y el comercio
Expertos del sector han señalado que el incremento en los costos del transporte podría reflejarse en el precio final de los productos, afectando a consumidores tanto en México como en Estados Unidos. Además, se estima que los tiempos de cruce en la frontera podrían aumentar hasta un 20%, generando retrasos en la entrega de mercancías y complicando la logística de exportadores e importadores.
Las pequeñas y medianas empresas dedicadas al transporte serían las más afectadas, ya que muchas de ellas dependen exclusivamente del comercio internacional. La reducción en la demanda de sus servicios pondría en peligro su viabilidad y afectaría el empleo en el sector.
Llamado a la acción
El diputado Pérez Díaz instó al Gobierno Federal a tomar medidas urgentes para proteger a los transportistas y minimizar los efectos de los aranceles. “No podemos permitir que esta decisión unilateral afecte la estabilidad económica del país. Es imprescindible que el Gobierno de México actúe de inmediato y busque soluciones que eviten una crisis en el sector”, enfatizó.
Además del transporte de carga, el impacto de estos aranceles podría extenderse a otros sectores estratégicos como el de telecomunicaciones, donde el encarecimiento de insumos y la incertidumbre sobre nuevas inversiones podrían frenar proyectos de infraestructura clave para el país.
Ante este panorama, se prevé que en los próximos días se lleven a cabo reuniones entre legisladores y empresarios del sector para definir estrategias que mitiguen las afectaciones. Mientras tanto, el llamado a la unidad y al diálogo internacional cobra mayor relevancia en un contexto donde el comercio y la estabilidad económica de México están en juego.
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