
Buenos Aires.- Un tribunal federal argentino dio inicio este martes al juicio en el que están acusados del fallecimiento del futbolista Diego Armando Maradona en noviembre de 2020 siete profesionales de la salud que lo atendieron en sus últimos momentos.
“Se da inicio a la audiencia debate fijada en la causa 5628 y 5939 de este tribunal en lo Criminal n.º 3 de San Isidro”, anunció el juez Maximiliano Savarino al dar comienzo al debate oral.
Dos de los acusados que se sentaron en el banquillo son el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, apuntados por la fiscalía como los máximos responsables del equipo médico.
También comparecieron ante el tribunal el enfermero Ricardo Almirón, su jefe Mariano Perroni, el médico clínico Pedro di Spagna, la médica responsable de los cuidados domiciliarios Nancy Forlini y el psicólogo Carlos Díaz.
Todos ellos están procesados por “homicidio simple con dolo eventual”, delito que conlleva una pena de entre 8 y 25 años de prisión en la nación sudamericana.
En el comienzo de la audiencia, uno de los fiscales intervinientes, Patricio Ferrari, argumentó que el fallecimiento del ídolo futbolístico se trató de un “crimen”, y calificó a los procesados en esta causa como “un grupo de improvisados”.
El representante del Ministerio Público Fiscal recordó que entre el 11 y el 25 de noviembre de 2020, Maradona fue alojado en un barrio privado de la localidad de Benavídez, en la provincia de Buenos Aires (este), para una rehabilitación clínica y una internación domiciliaria que definió como “calamitosa, temeraria, deficiente y sin precedentes”.
Por aquellos días, Maradona, “a todas luces la víctima, no se encontraba en uso pleno de sus facultades mentales, y menos podía decidir por sí por su salud”, aseguró Ferrari.
Los acusados, en tanto, “lo único que hicieron fue echarse la culpa uno a otro, pero sin ninguna explicación que le reste a la prueba de cargo cualquier incidencia exculpatoria”.
El fiscal también sostuvo que la acusación probará a lo largo del juicio que el 25 de noviembre los acusados, “deliberadamente, con crueldad, decidieron que (Maradona) muriera”.
Maradona falleció a los 60 años como consecuencia de un edema agudo pulmonar “secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada”, según la autopsia.
En aquel momento cumplía con una internación domiciliaria desde que fuera dado de alta el 11 de noviembre de ese año, tras haber sido operado de un hematoma subdural siete días antes.
Una junta médica analizó durante dos meses las circunstancias de la muerte del campeón del mundo en México 1986.
Diecisiete de los 22 peritos que la integraban concluyeron que el astro del fútbol tenía múltiples patologías y que agonizó 12 horas antes de morir. (Sputnik)
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