
¿Prioridades o privilegios?
El viaje de Gerardo Fernández Noroña a Europa en business class —aunque pagado parcialmente con sus recursos— revela una contradicción difícil de ignorar. Mientras el senador se defiende argumentando transparencia y cumplimiento normativo, la imagen de un salón semivacío durante su intervención y el lujo de un viaje con “oficina, restaurante y dormitorio en el aire” contrastan con su discurso de austeridad. ¿Realmente era necesario ese gasto personal para representar a México? La insistencia en aclarar su “humilde” diferencia de pago suena más a justificación que a congruencia del ahora presidente del Senado.
Apagón informativo
Mientras tanto, en el sur del país, millones de mexicanos quedaron a oscuras sin explicación inmediata. El apagón masivo en Quintana Roo, Yucatán y Tabasco —que paralizó ciudades turísticas y afectó semáforos, comercios y hogares— merecía una respuesta rápida de autoridades y CFE. Sin embargo, el silencio oficial fue ensordecedor durante horas. ¿Dónde está la eficiencia en infraestructura energética? La opacidad en crisis así solo alimenta desconfianza.
El “pato” que no voló en MC
En el evento de Movimiento Ciudadano, la ausencia de mención a Pato Zambrano —quien días antes se mostraba entusiasta— confirma su desplante político. Álvarez Máynez y hasta Luis Donaldo Colosio dejaron claro que no hay espacio para él en sus filas. Zambrano, más que un “patito feo”, parece un “pato desinflado”: sin peso real en la contienda ni respaldo de su partido. Su caso refleja la cruda realidad de la política: el protagonismo sin bases se esfuma rápido.