
Washington.- La Casa Blanca anunció este miércoles que apelará un procedimiento judicial para declarar en desacato al presidente Donald Trump, por la decisión de desafiar una orden del juez James Boasberg para impedir la deportación de migrantes salvadoreño a una cárcel en El Salvador.
“Planeamos solicitar una apelación inmediata”, declaró el director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, en una mensaje en la red social X a propósito de una reciente resolución de Boasberg, quien detectó causa probable de desacato en el caso de las referidas deportaciones.
Cheung afirmó que el presidente Trump está totalmente comprometido a garantizar que los “terroristas y los inmigrantes ilegales delincuentes” ya no representen una amenaza para los estadounidenses.
Boasberg declaró más temprano este miércoles que existe causa probable para declarar en desacato a la administración Trump por violar la orden judicial de frenar la deportación de migrantes a El Salvador.
“Si los acusados optan por no purgar su desacato, deberán presentar, en su lugar, antes del 23 de abril de 2025, declaraciones que identifiquen a las personas que, con conocimiento de la orden de restricción temporal colectiva del Tribunal, tomaron la decisión de no detener la transferencia de los miembros de la clase fuera de la custodia de los EEUU el 15 y 16 de marzo de 2026”, reza la orden firmada por el juez Boasberg.
La resolución agrega que, si los acusados optan por purgar su desacato, deberán presentar antes del 23 de abril de 2025 una declaración que explique los pasos que han tomado y tomarán para hacerlo.
El juez federal del distrito de Columbia precisó que la administración Trump podría purgar su desacato si devuelve a la custodia estadounidense a quienes fueron enviados a la prisión de El Salvador en violación de su orden.
A mediados de marzo Trump invocó una ley de guerra que data 1798, en virtud de una supuesta invasión de la organización criminal venezolana Tren de Aragua, y envió a más de 200 migrantes de esa nación a una megacárcel de máxima seguridad en El Salvador.
En medio del proceso Boasberg ordenó al Gobierno estadounidense no deportar a nadie bajo su custodia en virtud de la Ley de Enemigos Extranjeros, y cuando fue informado de que ya había aviones volando hacia El Salvador, ordenó su regreso a territorio norteamericano. (Sputnik)
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