
“Cifras que hablan (¿pero dicen la verdad?)”
Qué oportuno resulta que, justo cuando comienza a disiparse el humo de la “mañanera”, aparezcan estas reveladoras estadísticas sobre el combate al narcotráfico. El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, nos presenta números que podrían impresionar a cualquiera: 18,712 detenidos, 144 toneladas de drogas incautadas y hasta un fentanilo suficiente para mantener despierta a media Europa. Todo esto, aseguran, en apenas seis meses de gestión.
Uno no puede evitar preguntarse: ¿dónde estaban estas cifras contundentes durante el sexenio anterior? ¿Acaso el crimen organizado decidió tomar vacaciones los últimos seis años y reactivó sus operaciones justo cuando cambió el gobierno? O peor aún: ¿será que ahora sí hay voluntad de contar con números reales, mientras antes preferían la política del avestruz?
Es curioso cómo cambian las prioridades según el color del cristal con que se mire. Lo que antes era “abrazos, no balazos”, hoy se traduce en toneladas de drogas decomisadas y miles de detenciones. El mismo sistema de seguridad que parecía paralizado ahora muestra una eficiencia digna de serie de Netflix. ¿Milagro burocrático o simple cambio de narrativa?
Las autoridades actuales presumen haber evitado que esas sustancias llegaran a “miles de jóvenes”. Loable esfuerzo, sin duda. Pero uno esperaría que, con semejante operativo, las calles ya deberían ser más seguras. Sin embargo, el ciudadano común sigue preguntándose por qué la violencia no cede al ritmo de estas espectaculares cifras.
Queda la duda de si estos números representan un verdadero cambio de estrategia o simplemente un cambio de discurso. Después de todo, en este país hemos aprendido que entre la retórica gubernamental y la realidad cotidiana suele haber un abismo. Mientras tanto, el fentanilo confiscado vale más que el presupuesto de varios estados, pero el verdadero valor de estas acciones se medirá en algo más intangible: la seguridad que realmente sientan los mexicanos al caminar por sus calles.
Al final, las cifras son como los trajes del emperador: pueden impresionar desde lejos, pero solo la experiencia cotidiana revela si realmente cubren lo que prometen. El tiempo dirá si estas toneladas de drogas incautadas se traducen en una auténtica mejora para la seguridad nacional, o si solo serán otro capítulo en la eterna guerra de números que caracteriza al combate al narcotráfico en México.