En una noche que quedará grabada en la memoria culé, el FC Barcelona levantó su trigésima segunda Copa del Rey tras vencer 3-2 al Real Madrid en un partido que tuvo de todo: goles espectaculares, remontadas, polémicas y un final de infarto decidido en los minutos finales de la prórroga. El escenario fue La Cartuja de Sevilla, donde 26.000 aficionados azulgranas vibraron con cada jugada hasta ver cómo Jules Kounde certificaba el triunfo con un misil inapelable.
El encuentro comenzó con dominio blaugrana. Pedri abrió el marcador con un zurdazo a la escuadra tras gran asistencia de Lamine Yamal, pero el Madrid reaccionó en la segunda mitad con goles de Mbappé y Tchouaméni en apenas seis minutos. Cuando todo parecía perdido, Ferran Torres emergió como salvador con un gol en el 84′ que forzó la prórroga. Allí, en medio del cansancio, apareció Kounde para escribir su nombre con letras doradas: un disparo desde fuera del área selló una victoria trabajada sobre el césped y celebrada con pasión en las gradas.
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Foto: Tomada de https://www.fcbarcelona.es/