
El coordinador de Movimiento Ciudadano en el Congreso de Nuevo León, Miguel Ángel Flores Serna, lanzó un contundente mensaje a las empresas que operan en el estado: la generación de riqueza no puede estar por encima de la protección ambiental. Su declaración llega tras conocerse las sanciones contra Ternium por contaminar el arroyo La Talaverna con químicos industriales.
“En Nuevo León apoyamos el desarrollo económico, pero jamás cuando se logra destruyendo nuestro medio ambiente”, afirmó el legislador con tono firme. “Si una empresa no cumple con la normatividad, debe corregirse inmediatamente. Y si la solución implica reubicar sus operaciones, entonces hay que valorarlo seriamente”.
La postura de Flores Serna surge como respuesta al anuncio del secretario de Medio Ambiente, Alfonso Martínez, quien confirmó medidas punitivas contra la siderúrgica por afectar la cuenca hidrológica. El diputado insistió en que ningún actor industrial debe tener privilegios cuando se trata de daños ecológicos.
“Lo crucial aquí no es solo aplicar multas ejemplares, sino garantizar que estos incidentes no se repitan”, explicó el representante naranja. “El bienestar de las familias y la conservación de nuestros recursos naturales deben ser prioridad absoluta, por encima de cualquier interés económico”.
Con esta declaración, el congresista pone sobre la mesa un debate creciente en la entidad: cómo equilibrar el crecimiento industrial con la sustentabilidad ambiental. “Ojalá todas las empresas entiendan que operar dentro de la legalidad ecológica no es opcional -es una obligación con Nuevo León y con las futuras generaciones”, concluyó Flores Serna, dejando claro que su bancada vigilará estrechamente este caso.
La polémica reabre la discusión sobre el costo ambiental del desarrollo industrial en la zona metropolitana, donde comunidades han denunciado por años afectaciones a sus mantos acuíferos y calidad del aire por la actividad fabril.