
El Cabildo de San Pedro Garza García dio un golpe de timón al urbanismo local al eliminar las polémicas “densidades optativas” que permitían triplicar la construcción en el municipio. La decisión, aprobada por mayoría, busca frenar el caos vial y proteger los servicios básicos ante lo que el alcalde Mauricio Fernández calificó como “una bomba de tiempo urbanística”.
En una sesión donde desempolvó documentos de la administración anterior, el edil reveló datos contundentes: de mantenerse el esquema heredado de 2021, San Pedro enfrentaría la construcción de 164 mil viviendas adicionales (sobre las 69 mil actuales) y vería circular 411 mil vehículos más en calles ya colapsadas. “Esto equivalía a crear tres San Pedros encima del existente, sin infraestructura que lo soportara”, denunció.
Negociación con desarrolladores
Fernández detalló que su administración logró un acuerdo con 61 desarrolladores para reducir a la mitad los proyectos en trámite. “De 4 mil unidades solicitadas bajo el esquema anterior, sólo permitiremos 2 mil”, explicó, destacando que la mayoría no se concentraban en el Centrito como se argumentaba, sino que se distribuían por todo el municipio.
El alcalde mostró mapas que evidenciaban solicitudes en 23 zonas del Centro Barrio, 15 en Calzadas, 19 en Zona Barrio y 3 en Alfonso Reyes. “Nos quisieron vender que sólo afectaría áreas específicas, pero el riesgo era municipal”, acusó, mostrando documentos de 2021 donde se aprobaba el mecanismo para todo San Pedro.
El costo oculto de las densidades
Uno de los puntos más controvertidos fue la revelación de que las compensaciones por densidades optativas se calculaban al 1% del valor de la propiedad. “Mientras un departamento en Valle Oriente vale 750 mil dólares, la infraestructura para soportar más habitantes cuesta 20 o 30 veces lo que se pagaba”, criticó el edil, quien vinculó esta “subvaluación” con posibles intereses ocultos de la administración pasada encabezada por Miguel Treviño.
Sobre las críticas a la consulta ciudadana que respaldó los cambios, Fernández fue contundente: “Participó quien quiso en los plazos establecidos. Ahora algunos quieren reescribir la historia, pero callaron cuando en 2021 aprobaron esta locura que hubiera destruido San Pedro”.
La medida consolida un modelo de crecimiento que privilegia la calidad de vida sobre la especulación inmobiliaria. “Hoy ganó el San Pedro ordenado que conocimos y que no estamos dispuestos a perder”, concluyó el alcalde, mientras urbanistas celebran que se haya “desactivado una bomba que amenazaba con convertir la ciudad en un caos de tráfico y servicios colapsados”.
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