
En un esfuerzo por garantizar entornos más inclusivos, la diputada Rocío Montalvo presentó una iniciativa para reformar la Ley Ambiental de Nuevo León y proteger a las personas con espectro autista de la contaminación acústica.
La propuesta busca atender un problema que, aunque comúnmente se percibe como una simple molestia, puede ser especialmente agresivo para quienes padecen hipersensibilidad auditiva.
Según estudios, más del 70% de las personas con autismo experimentan los sonidos de manera amplificada, lo que puede provocar crisis sensoriales, ansiedad e incluso dolor físico.
“El ruido excesivo no es solo una incomodidad para ellos; es una forma de violencia que vulnera sus derechos”, explicó Montalvo, quien señaló que la legislación actual no contempla medidas específicas para este sector.
La iniciativa propone reducir el límite de ruido nocturno a 45 decibeles —en línea con las recomendaciones de la OMS—, priorizar las denuncias por contaminación acústica cuando afecten a personas con autismo, y establecer sanciones más firmes, como arrestos administrativos de hasta 36 horas para quienes no acaten las advertencias.
Además, plantea capacitar a policías municipales en neurodiversidad y sensibilización auditiva.
Montalvo destacó que, en ciudades como Monterrey, el ruido urbano supera frecuentemente los niveles saludables, afectando no solo a personas con autismo, sino a toda la comunidad. “Países como España ya tienen normativas estrictas; es momento de que Nuevo León también actúe”, señaló.
De aprobarse, la reforma convertiría al estado en pionero en América Latina en legislar sobre protección sensorial para personas con autismo.
“No se trata de prohibir la música o las reuniones, sino de equilibrar derechos y garantizar que todos, especialmente los más vulnerables, puedan vivir con dignidad”, concluyó la diputada.
La propuesta ya está en análisis en el Congreso local y, de avanzar, marcaría un precedente en la lucha por espacios más inclusivos y saludables.
eitmedia.mx