La Procuraduría Estatal de Medio Ambiente suspendió de manera inmediata los trabajos para instalar una planta concretera en un predio de 4,600 hectáreas en García, Nuevo León, tras descubrir que la obra carecía de las autorizaciones ambientales requeridas.
La acción se derivó de una denuncia ciudadana que motivó una inspección el 27 de mayo. Durante la visita, los verificadores confirmaron que en el terreno se realizaban actividades para poner en operación una planta de concreto, cuya inauguración estaba programada para el 2 de junio.
Al revisar el cumplimiento de la normativa ambiental, las autoridades detectaron que el proyecto no contaba con la Autorización de Impacto Ambiental ni otros permisos obligatorios. Ante esta irregularidad, se ordenó la suspensión total de actividades y se exigieron medidas para evitar emisiones contaminantes a la atmósfera.
Con esta intervención, el gobierno estatal reafirma su compromiso con la protección ambiental y la mejora de la calidad del aire en el área metropolitana de Monterrey. Las autoridades invitaron a la ciudadanía a consultar los datos oficiales de contaminación a través del Sistema Integral de Monitoreo Ambiental (SIMA) en su portal en línea.
La suspensión impide que la planta inicie operaciones hasta que cumpla con todos los requisitos legales, protegiendo así el medio ambiente y la salud de los habitantes de la región.
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