
La Guardia de Proximidad de Apodaca demostró que la combinación de exceso de velocidad y poca discreción sigue siendo la mejor receta para terminar tras las rejas. Durante un operativo de vigilancia en la colonia Pueblo Nuevo, los elementos persiguieron y detuvieron a Antohny Erwin N., de 27 años, quien no solo ignoró las señales de alto, sino que además llevaba medio kilo de una sustancia con características de cristal.
Todo comenzó cuando los policías, en labores de prevención, casi fueron embestidos por un Lincoln que circulaba a alta velocidad en el cruce de Río Balsas y Río Amazonas. Tras ignorar las órdenes de detenerse por altavoz, el conductor emprendió una corta pero poco exitosa huida por calles aledañas, hasta que los guardias lo alcanzaron en Necaxa.
La “sorpresa” llegó cuando, al revisar el vehículo, los elementos encontraron una bolsa de plástico con 500 gramos de la sustancia sospechosa, estratégicamente colocada entre el asiento y el reposabrazos.
Tras leerle sus derechos, el detenido, el auto y la mercancía fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal. La Secretaría de Seguridad de Apodaca aprovechó para recordar su compromiso con la ciudadanía, aunque algunos conductores parecen empeñados en ponerlo a prueba.
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