
Rodrigo Abelenda
Montevideo.- La plaga de gusano barrenador que afecta al ganado en México y Centroamérica genera inquietud en los países del Mercado Común del Sur (Mercosur), que buscan una solución regional para erradicar este parásito y reducir las pérdidas millonarias que genera en el sector agropecuario.
El brote en México y Centroamérica colmó la capacidad de producción del único laboratorio en el mundo que produce moscas estériles para combatir la enfermedad.
La planta, ubicada en Panamá, decidió dejar de exportar insectos fuera de la región, lo que está forzando a países sudamericanos a buscar soluciones alternativas.
“Hay una necesidad tangible de encontrar una solución regional para combatir la miasis por gusano barrenador. En el Comité Veterinario Permanente del Mercosur, el tema se empezó a instalar. Está planteada la preocupación”, dijo a la Agencia Sputnik el director general de Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) de Uruguay, Marcelo Rodríguez.
El productor ganadero y dirigente de la Federación Rural uruguaya Igancio Tedesco dijo a esta agencia que el brote en Centroamérica y México, generó “preocupación” en la medida que se da en una región en la que se creía que la enfermedad estaba erradicada.
“Además, nos dejó sin la materia prima para combatirla”, agregó.
GUSANOS
El gusano barrenador es la larva de la mosca Cochliomyia hominivorax, popularmente conocida como “mosca de la bichera” en Sudamérica.
Este insecto busca heridas abiertas en el ganado para depositar sus huevos.
Cuando eclosionan, las larvas comienzan a alimentarse del tejido vivo del animal, que puede morir o sufrir la amputación de uno de sus miembros, si no es tratado a tiempo.
La enfermedad, conocida como miasis del ganado, también puede transmitirse a humanos que entran en contacto con animales infectados, lo que puede provocar picazón, dolor, fiebre y pérdida de apetito en casos más graves.
Para prevenir infecciones es esencial revisar y tratar rápidamente cualquier herida tanto en el ganado como en humanos.
Sin embargo, la herramienta más eficaz para combatir la miasis es la liberación masiva de moscas estériles.
Estos insectos son irradiados con rayos gamma, para hacerlos infértiles.
Cuando son liberados, compiten con los machos silvestres fértiles por el apareamiento con las hembras de la mosca de la bichera.
Si una de ellas copula con un macho estéril, sus huevos no eclosionan en larvas, reduciendo paulatinamente la población y la trasmisión de la enfermedad.
La técnica se conoce desde mediados del siglo XX, pero la única planta de producción de ese insecto que existe en el mundo está bajo control de la Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (COPEG).
DEPENDENCIA
La existencia de una única planta deja en situación de dependencia a muchos países como Uruguay, que no siempre pueden acceder a moscas estériles, dijo Rodríguez.
En 2024, Uruguay pretendió adquirir moscas estériles en el laboratorio de la COPEG, para iniciar su propio plan de erradicación de la bichera.
Sin embargo, no pudo concretar la compra debido a que los brotes en México y Centroamérica colmaron la capacidad de la planta.
Esto postergó los planes de Uruguay, una economía pequeña que tiene en la ganadería uno de sus principales motores económicos y pierde 40 millones de dólares al año por miasis de gusano barrenador.
Y además forzó al Gobierno y a los productores ganaderos a buscar soluciones en otros lugares.
Como alternativa, el país sudamericano explora un convenio con el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria (Iscamen) de la provincia argentina de Mendoza (centro).
Este organismo viene esterilizando moscas de la fruta mediante irradiación, para controlar la población de este insecto que también provoca pérdidas millonarias en el sector agropecuario.
Recientemente el Iscamen inició pruebas a escala reducida para criar moscas de la bichera estériles.
Para los testeos utilizó una cepa de moscas del norte argentino.
Para avanzar en el convenio se debe probar si esos insectos se aparean con la variante que circula en Uruguay.
El convenio se financiaría a través del Fondo de Enfermedades Prevalentes, un fideicomiso que se nutre del aporte de los productores y cuenta con 70 millones de dólares para combatir la bichera.
Las pruebas en Uruguay se realizarán en la primavera (austral), época de mayor prevalencia de la mosca de la bichera.
A partir de allí, y de los resultados que se obtengan, se puede pensar en un programa de combate a la enfermedad que sea común en toda la región, señaló Rodríguez.
En la misma línea se pronunció Tedesco, que señaló a esta Agencia que hay productores argentinos y del sur de Brasil que siguen con interés las pruebas en Uruguay.
En paralelo, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) de Uruguay está experimentando con moscas de la bichera modificadas genéticamente.
A través de estos ensayos se busca reducir o eliminar la fecundidad de moscas hembra y que esos genes modificados se traspasen a la población silvestre.
De todos modos, los resultados de estas pruebas todavía son inciertos.
Tedesco señala que el combate a la mosca de la bichera es esencial en términos económicos y de bienestar animal.
Además, una reducción significativa de la población de la mosca de la bichera, le permite a los ganaderos realizar partos o cirugías en el ganado en primavera, sin el riesgo de que los animales se infecten.
BROTES EN CENTROAMÉRICA
La mosca que transmite la miasis es originaria de regiones tropicales y subtropicales del continente americano, por eso se la conoce como “La Mosca del Nuevo Mundo”.
A través de la acción del laboratorio de Panamá, la enfermedad fue declarada erradicada de Centroamérica a fines de la década del 90.
Sin embargo, en 2024 se registraron brotes en el ganado en Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala, que hasta hoy no están extinguidos.
Los focos se originaron producto de la ganadería ilegal, donde hay poco control sobre las heridas del ganado.
“Es esencial vigilar, tratar las heridas y denunciar los brotes cuando se detectan. Eso falló en Centroamérica”, señala Tedesco.
En noviembre del año pasado se detectó un foco en el sur de México que también continúa activo y tiene en alerta al Gobierno de Claudia Sheinbaum.
El brote no sólo está afectando al ganado sino que hasta ahora se detectaron más de 10 casos de infección en humanos.
A raíz del foco, EU resolvió el 11 de mayo cerrar las importaciones de ganado en pie desde México.
La medida continúa en vigencia pero las autoridades de los dos países acordaron revisarla cada 30 días, mientras los países afectados liberan moscas estériles en avionetas.
Además, EU anunció una inversión de 21 millones de dólares para instalar un laboratorio para producir estos insectos en el estado mexicano de Chiapas (sur).
El Departamento de Agricultura de EU estimó que las pérdidas por miasis de ganado, pueden llegar a superar los US$1.300 millones anuales, si la plaga ingresa al país. (Sputnik)
Fuente: https://noticiaslatam.lat/
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