Por primera vez en su historia, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León escuchó de manera directa los testimonios de niñas, niños y adolescentes que enfrentan la desaparición de un familiar. Bajo la conducción de la presidenta del organismo, Susana Méndez, la audiencia pública reunió a menores de entre 10 y 17 años, quienes expusieron cómo esta tragedia ha transformado su vida cotidiana, sus relaciones familiares, escolares y su visión de futuro.
La comisión incorporará los hallazgos y propuestas presentados durante la audiencia en un próximo Informe Especial y en una Recomendación General dirigida a las autoridades, con el fin de establecer acciones concretas que garanticen el bienestar y los derechos de la niñez afectada por la crisis de desapariciones en el estado.
El encuentro se desarrolló bajo un esquema especialmente diseñado para salvaguardar la seguridad y el bienestar emocional de los menores, quienes participaron en dinámicas de integración, actividades temáticas y un diálogo abierto con la titular de la CEDHNL. Durante la audiencia, los menores propusieron medidas para mejorar la atención institucional, el acompañamiento a sus familias, el trato digno y la salud mental de quienes atraviesan por este tipo de situaciones.
“Reconocer la voz de las infancias no solo es un deber ético, sino una herramienta para impulsar las políticas públicas y garantizar su derecho al futuro”, afirmó Susana Méndez, quien calificó el ejercicio como un acto de justicia restaurativa y memoria colectiva.
La jornada contó también con la colaboración del defensor de derechos de la infancia Juan Martín Pérez García, representante de REDIM, así como del personal especializado del Centro de Atención a Víctimas de la CEDHNL, quienes brindaron acompañamiento profesional durante todo el proceso.
La comisión reiteró su reconocimiento a las familias y a los menores participantes, destacando su valentía y generosidad al compartir sus historias como un paso fundamental hacia un futuro más justo y humano en Nuevo León.
