
Con la mira puesta en transformar la manera en que se diseñan y levantan las viviendas en México, las diputadas Iraís Virginia Reyes de la Torre y Laura Iraís Ballesteros Mancilla presentaron una iniciativa para reformar la Ley de Vivienda e impulsar la arquitectura sustentable a nivel nacional.
La propuesta, que ya fue turnada a la Comisión de Vivienda, plantea incorporar ecotecnologías de autoabastecimiento en los procesos de construcción habitacional, con el fin de disminuir el impacto ambiental desde el diseño hasta el reciclaje de los inmuebles. Las legisladoras subrayan la importancia de atender los efectos ecológicos durante todas las etapas de vida de un edificio: su construcción, uso, mantenimiento, rehabilitación, demolición y eventual reciclaje.
Dentro de los cambios planteados, se mantiene el impulso al uso de energías renovables, pero se suman los sistemas de autoabastecimiento adaptados a las distintas regiones bioclimáticas del país, buscando reducir significativamente el consumo total de energía eléctrica y aportar a la meta global de disminuir en un 50 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, la iniciativa contempla el aprovechamiento de hasta 136 millones de toneladas de residuos de construcción y demolición.
Las diputadas destacaron que, actualmente, más del 55 por ciento de la población mundial vive en zonas urbanas y, según la Organización de las Naciones Unidas, se espera que esta proporción alcance los dos tercios en 2050. Frente a este escenario, consideran que la transformación de los espacios urbanos es clave para lograr un desarrollo sostenible.
Reyes de la Torre y Ballesteros Mancilla señalan que el futuro de las ciudades pasa por ofrecer viviendas seguras, viables y sostenibles, con una mejor planificación urbana y manejo eficiente de los recursos. Además, recalcan la urgencia de disminuir el impacto ambiental de las ciudades, con especial atención a la calidad del aire y la gestión de los residuos sólidos.
Ambas legisladoras sostienen que México necesita un marco legal robusto que regule las edificaciones sustentables, acompañado de un sistema de certificación adecuado que valore las particularidades de los sistemas constructivos de cada región.
Al presentar la iniciativa, recordaron que, ya en 2008, el funcionamiento de los edificios representaba el 65.2 por ciento del consumo global de energía eléctrica, lo que los convierte en un factor determinante en el calentamiento global. Por ello, consideran urgente iniciar la transición hacia construcciones más eficientes y respetuosas con el medio ambiente.
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