Ni bien empezó en el Barcelona, cuando tenía 18 o 19 años, Lionel Messi solía ser una resolución habitual. Con el pelo largo, silencioso, tenía una velocidad para conducir con el balón y dejaba rivales en el camino con una facilidad que no se había visto muchas veces antes. Entonces, sus compañeros le daban el balón todo lo que podía. Y él resolvió. Pero, en algunas secuencias del juego, el gran proyecto de la cantera de la Masía bajaba la cabeza y se ubicaba en el lugar que le correspondía en ese momento en un vestuario lleno de estrellas. Cuando había un tiro libre, los que se juntaban a idear un plan de ejecución eran Deco, Xavi y Ronaldinho. La Pulga miraba de reojo.
El tiempo pasó y Messi se hizo dueño de la pelota parada, tanto en Barcelona como en la Selección. Sin embargo, lo suyo fue un proceso. A diferencia de la naturalidad que tenía para gambetear o hacer goles, al argentino le resultaba una faceta menos intuitiva, menos natural. Pero, como casi todo lo que intenté en el fútbol, lo terminó por dominar. No solo eso: lo volvió un arte. Contra Porto, en el segundo partido del Inter Miami en el Mundial de Clubes , por el Grupo A, en Atlanta, Messi hizo un gol brutal para darle la victoria al equipo de Javier Mascherano y soñar con los octavos de final del torneo . Las Garzas tienen 4 unidades y ocupan el segundo lugar pero la misma cantidad de puntos que Palmeiras, que cuenta con mejor diferencia de gol.
“Miralo a Román. Largá el pie, nene. Largá el pie”. Alfio Basile, entrenador de la Selección argentina en dos etapas (1990-1994 y 2006-2008) fue el primer director técnico de Messi con la Albiceleste. Durante la Copa América 2007, en Venezuela, se le acercó y le sugirió que, al momento de impactar la pelota, llevara la pierna izquierda más hacia adelante, para que el impulso tuviera mayor control y saliera con más potencia. Román, claro, era Juan Román Riquelme, otro maestro del tiro libre que en esa época dominaba la faceta del equipo que terminó en el segundo lugar tras perder la final contra Brasil por 3 a 0.
Messi fue titular durante todo ese torneo, en un plantel repleto de estrellas que incluía a Carlos Tevez, Pablo Aimar, Hernán Crespo, Javier Mascherano y Roberto Ayala, entre otros.
Poco tiempo después, la inquietud se volvería obsesión. “Antes no lo entrenaba. Un día empecé y me di cuenta que podía mejorar mucho. Y lo hice”, dijo. ¿La técnica? Borde interno, remates que apuntan más hacia la dirección que la potencia, tanto por arriba de la barrera como al palo que defiende el arquero. Juanjo Brau, preparador físico del equipo catalán, confesó que en una época “no se iba del entrenamiento hasta meter el último tiro libre en el ángulo”.
La herramienta se volvió una llave para diferentes momentos y situaciones. El primero se lo hizo al Atlético de Madrid, en 2008. Pero la lista es larga y tiene varias referencias de importancia: Real Madrid en la Supercopa de España 2012, Sevilla en la Supercopa UEFA 2015, Estados Unidos en la Copa América 2016, Liverpool en las semifinales de Champions 2019, Chile en la Copa América 2021, Cruz Azul en el debut con Inter Miami, en 2023, por la Leagues Cup. En la Copa Mundial de la FIFA, le marcó una belleza a Nigeria, en el 2014.
No hay dudas de que el gol que le marcó al Porto ingresa en la lista de los más importantes. A punto de cumplir 38 años, Messi le da vida a un club de no más de cinco años que se presenta al mundo en un torneo que reúne a los mejores equipos del mundo. A los 54 minutos, la defensa del Porto tuvo que frenar a Messi, que luego de un ataque con Suárez se escapó hacia el arco. La secuencia derivó en un tiro libre muy cerca del área, prácticamente en el medio, a la altura del punto penal. El capitán del Inter Miami, siempre tan hábil para esconder el remate, la ubicó al ángulo izquierdo de Claudio Ramos, para alcanzar una remontada que parecía complicada luego de empezar el partido 0-1 con un penal en contra.
“Vi que el arquero estaba parado en el medio, que iba a ser difícil pasarla por arriba (de la barrera) y aproveché que el arquero estaba en el medio, sin tapar tanto su palo e intenté por ahí”, dijo a DAZN tras el partido.
“Muy contento porque nos habíamos quedado con un sabor amargo en el primer partido porque pensamos que lo podríamos haber ganado pero esto es una victoria muy importante para todos nosotros”, dijo Messi luego del partido.
Con el tanto que le marcó al Porto, Messi llegó a los 68 goles desde esa faceta: 50 con Barcelona, 11 con Argentina, 2 con PSG y 5 con Inter Miami, club en el que ya es el máximo goleador de la historia.
Durante la semana, el argentino había publicado una foto con el italiano Roberto Baggio, otro que algo sabía de cómo ejecutar la pelota parada. Ilcodino había ido a verlo al primer partido del torneo, ante Al Ahly, en Miami, junto a otras leyendas, como otro talentoso italiano, Alessandro Del Piero, que dijo a FIFA.com sobre la chance de poder ver en vivo a Messi: “”No importa cuántos años tiene, sabe cómo jugar. Deseo que este torneo para él sea bueno, increíble, como siempre. Siempre espero la oportunidad de volver a verlo”.
Fuente: https://www.fifa.com/
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