El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, calificó como un “éxito increíble y abrumador” la reciente ofensiva militar dirigida contra instalaciones nucleares en Irán. Durante una conferencia de prensa en el Pentágono, Hegseth destacó que la operación fue precisa y devastadora para el programa nuclear iraní.
“La orden que recibimos de nuestro comandante en jefe fue precisa, contundente y dejó claro que devastábamos el programa nuclear iraní”, expresó el funcionario, quien subrayó que la misión no tuvo como objetivo a las tropas iraníes ni a la población civil.
Según Hegseth, la compleja operación requirió meses de preparación y un cuidadoso posicionamiento de las fuerzas estadounidenses. “Este plan requirió meses y semanas de posicionamiento y preparación para que estuviéramos listos cuando el presidente de Estados Unidos diera la orden”, explicó. Añadió que la misión dependió de una ejecución precisa e incluyó maniobras de distracción cuidadosamente coordinadas.
El general Dan Cane, jefe del Estado Mayor Conjunto, detalló que la ofensiva fue organizada y ejecutada en distintos niveles del ejército estadounidense. El viernes 20 de junio, aviones bombarderos B-2 despegaron en una misión de 18 horas para alcanzar sus objetivos en territorio iraní. Más de 125 aeronaves participaron en la operación conocida como “Midnight Hammer”.
El general informó que a las 18:40 horas, tiempo central de Washington, un B-2 lanzó dos bombas perforadoras GBU-57 Massive Ordnance Penetrator sobre la instalación nuclear de Fordow. La estrategia incluyó fuego de supresión de alta velocidad para proteger a las aeronaves. “Los cazas iraníes no volaron y, al parecer, los sistemas de misiles iraníes no nos detectaron”, explicó Cane al descartar cualquier reacción defensiva de Irán durante el ataque.
Hegseth recalcó que la misión no fue diseñada para forzar un cambio de régimen en el país persa, sino que se trató de una acción puntual para neutralizar amenazas específicas. “Fue una operación de precisión para neutralizar las amenazas a nuestros intereses nacionales que plantea el programa nuclear iraní”, aclaró.
El general Cane también señaló que aún se están evaluando los daños exactos causados en las instalaciones nucleares iraníes, y evitó hacer comentarios sobre las posibles medidas que el gobierno de Donald Trump podría adoptar para proteger a las tropas estadounidenses ante eventuales represalias.
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