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Caso Leyva: secuelas políticas de un presunto complot contra el Gobierno colombiano

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Édgar Andrés Pedraza

Bogotá.– Un presunto plan del excanciller Álvaro Leyva para dar un golpe de Estado en Colombia, fue utilizado por el oficialismo para denunciar un ataque de las élites al proyecto popular del presidente Gustavo Petro.

Sin embargo, el caso tuvo costos políticos para el mandatario, ya que agravó el distanciamiento con su círculo político más cercano y provocó un choque diplomático con EU.

AUDIOS

El 29 de junio, el periódico español El País publicó audios obtenidos por la inteligencia colombiana que muestran a Leyva buscando apoyos para derrocar a Petro.

En las grabaciones, el exfuncionario menciona la idea de crear un “gran acuerdo nacional” para destituir al mandatario.

En el plan supuestamente participarían gremios, partidos políticos, e incluso grupos armados como la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Clan del Golfo.

En los audios, Leyva sugiere incluir en el complot a la vicepresidente, Francia Márquez, que se encargaría de suceder a Petro, y a figuras de la oposición, como Miguel Uribe Turbay (quien sufrió un atentado el 7 de junio), y la periodista y actual candidata a la presidencia, Vicky Dávila.

Además, los audios apuntan que Leyva viajó a EU para buscar respaldo entre congresistas del oficialista Partido Republicano, como los representantes Mario Díaz-Balart y Carlos Giménez, e incluso el propio secretario de Estado (canciller), Marco Rubio.

En los fragmentos conocidos, Leyva se muestra convencido de que Petro lleva a Colombia “al despeñadero” y plantea usar rumores sobre supuestas adicciones del mandatario como coartada para forzar su salida.

El excanciller también justifica su maniobra por el resentimiento personal.

Leyva fue canciller entre 2022 y 2024, cuando Petro lo apartó del Gobierno por presuntas irregularidades en una licitación para fabricar los nuevos pasaportes colombianos.

Pero la relación entre Leyva y el presidente colombiano mostraba signos de desgaste desde 2023.

Ese año el excanciller convocó a una conferencia de prensa en la que lanzó críticas veladas al programa de “paz total” impulsado por Petro.

Desde entonces, las intervenciones públicas de Leyva alimentaron la idea de un distanciamiento que alcanzó su punto más álgido con la divulgación de los audios con una supuesta conspiración.

La publicación de las conversaciones encendió todas las alarmas en la Casa de Nariño (sede del Poder Ejecutivo).

El presidente Petro y varios dirigentes oficialistas denunciaron un intento de conspiración de alto nivel y acusaron a Leyva de traición.

La Fiscalía, por su lado, abrió una investigación preliminar.

Sin embargo, los señalados negaron cualquier complot y Washington reafirmó su respaldo a la institucionalidad colombiana.

INTERPRETACIÓN

La interpretación de que el caso es un ataque directo al orden constitucional no es unánime.

El consultor en comunicación y analista político, Pedro Viveros, dijo a la Agencia Sputnik que Leyva no tenía estructura ni respaldo real para ejecutar el quiebre institucional del que habla en los audios.

De acuerdo al especialista, las grabaciones muestran, más que un plan detallado, una mezcla de comentarios, especulaciones y “bravuconadas políticas” de un dirigente que perdió influencia dentro del círculo de Petro.

Según Viveros, el episodio es producto de un “exceso de lengua” por parte de Leyva, que luego fue amplificado por el oficialismo.

“El episodio del excanciller Leyva no va a tener el alcance que el presidente Petro quiso darle desde un inicio. Ni Leyva planeaba un golpe ni a Petro lo quieren tumbar”, sostiene Viveros.

COSTOS

El analista entiende que el sobredimensionamiento del caso le trajo costos diplomáticos y políticos a la administración de Petro, en vez de fortalecer la narrativa presidencial.

El mandatario sugirió que EU apoyaba el complot e incluso pidió a la justicia del país norteamericano que investigue los contactos de su exministro.

Sin embargo, días después y en medio de la molestia creciente de Washington, Petro envió una nota a su homólogo Donald Trump, en la que descarta la participación de Rubio en una presunta trama para derrocarlo.

“Por interpretar a su acomodo las frases del excanciller Leyva, el propio mandatario tuvo que pedir disculpas. Este desliz de boca, además de dejar maltrechas las relaciones entre EU y Colombia, reconfirmó que lo dicho en las grabaciones y la interpretación del presidente no eran ciertas en su totalidad”, remarca Viveros.

Por otro lado, el caso abrió nuevas grietas entre Petro y Márquez, quien negó cualquier participación en una conspiración pero volvió a quedar expuesta a recelos internos dentro de la administración.

Asimismo, Viveros pone en duda que Petro pueda sacar provecho político de este caso, debido a que la oposición ya rechazó cualquier intento de quiebre institucional.

El analista recuerda que los sondeos más recientes muestran que los críticos de Petro prefieren desgastar al mandatario por su gestión y derrotarlo en las urnas cuando termine su mandato completo.

El caso, sin embargo, dejó abierta otras discusiones de fondo: por ejemplo hasta dónde es legítimo que servicios de inteligencia intercepten y filtren conversaciones de exfuncionarios.

A nivel internacional, Colombia proyectó una imagen de fragilidad institucional aunque los principales actores reaccionaron inmediatamente para cerrar el paso a cualquier quiebre democrático. (Sputnik)

Fuente: https://noticiaslatam.lat/

Foto: Tomada de https://x.com/AlvaroLeyva

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