La discusión sobre la reforma laboral que propone reducir la jornada semanal de 48 a 40 horas entrará en una fase clave durante los primeros días de agosto. Así lo anunció el presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Congreso de Nuevo León, Héctor Morales Rivera, quien adelantó que se celebrará una segunda mesa de análisis centrada en los aspectos finos de la iniciativa.
Tras concluir la primera ronda de propuestas, el legislador del PRI informó que ya se afinan los últimos detalles de la minuta correspondiente a ese primer encuentro. Entre los temas pendientes a revisar se encuentran los distintos tipos de jornada, los días de descanso y su armonización con la Ley Federal del Trabajo.
“No será un cambio abrupto”, subrayó Morales Rivera, quien confirmó que la reducción de la jornada laboral se contempla como una medida gradual que se implementará hasta el año 2030. Aseguró además que la próxima reunión contará con una participación más amplia de sindicatos, cámaras empresariales y representantes del sector privado.
El legislador destacó el respaldo que ha encontrado esta propuesta en el Congreso local, al considerar que Nuevo León, como entidad industrial y económicamente dinámica, está en posición de liderar este proceso. “Esta iniciativa es vista con satisfacción por el Congreso de Nuevo León, un estado líder en industria, trabajo y desarrollo económico”, afirmó.
De acuerdo con Morales Rivera, la expectativa es que la reforma no solo mejore las condiciones laborales, sino que también impulse la productividad y eficiencia de las empresas. Se prevé que la Cámara de Diputados discuta el proyecto en comisiones durante septiembre, en busca de avanzar con una legislación que marcaría un cambio estructural en las relaciones laborales del país.
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