El horroroso caso de la perrita “Dallas”, arrastrada hasta morir por un conductor que, según testigos, prefirió acelerar e insultar antes que detenerse, parece haber tocado una fibra sensible en el gobierno de Nuevo León. Por fin, algo logró mover más que tuits: una querella formal ante la Fiscalía.
La Secretaría de Medio Ambiente aseguró que la atención fue “inmediata y prioritaria”, como debe ser cuando la indignación pública revienta redes y no queda más que actuar. “Gracias a la estrecha colaboración interinstitucional con el C5 y el Instituto de Control Vehicular”, se logró obtener evidencia que permitiría agilizar una orden de aprehensión. Porque si algo se tiene claro, es que “todo el peso de la ley” debe recaer… cuando las cámaras lo captan.
Raúl Lozano Caballero, secretario de Medio Ambiente, fue tajante: “En Nuevo León, no permitiremos actos que lastimen o causen la muerte de ningún animal. Todo el peso de la Ley se aplicará a quienes cometan estos delitos”. Firme declaración, especialmente con el Día Mundial del Perro a la vuelta de la esquina, una fecha perfecta para recordar que la justicia animal existe, al menos en comunicados.
Veterinarios forenses ya trabajan con el cuerpo de “Dallas” y el contacto con el dueño ha sido constante, según se informó. Nada se escatima ahora para demostrar que en esta ocasión sí habrá consecuencias. La promesa, una vez más, es que este tipo de actos no quedarán impunes en la entidad.
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