
Los restos del naufragio
En 1985 las vacaciones en Woodlands Texas. Admirábamos al histrión australiano desconocido. Mel Gibson era el personaje de la película de culto llamada Mad Max, el guerrero de la carretera.
La historia del patrullero en el mundo apocalíptico. Miles de millas contra esos seres de maldad. Nuestro mundo lleno de contradicciones.
Live Aid ese verano de alberca, sol y visitas a los centros comerciales. El hijo de nuestra hospedadora con su guitarra Peavey. Deseaba convertirse en músico profesional. Apenas de 16 años.
En plena adolescencia, fuimos guiados en cada una de las participaciones musicales. Phil Collins comprometido a tocar en Wembley y Philadelphia. Millones de espectadores en la diatriba de llegará de Inglaterra a Estados Unidos.
Varias de las sorpresas de los organizadores. Enloquecimos a la reunión de Black Sabbath. Estaban ahí los originales. Ozzy Osbourne en el micrófono. Expulsado, corrido, bateado. Entre los excesos de alcohol, antidepresivos, usuario frecuente de benzoilmetilecgonina según la denominación común internacional, alcaloide tropano y fuerte estimulante recreativo.
Bebíamos jarras de Kool Aid de cereza. Vasos escarchados.
El festival en ambos continentes. Llenos absolutos. La transmisión en exclusiva por la Mtv. La tecnología satelital al servicio de la comunidad mundial.
Phil Collins llegó a Philadelphia a cerrar. Ayudar a paliar las frecuentes hambrunas en África.
1995 en desaparecido auditorio Coca Cola en el Parque Fundidora. El abridor Paradise Lost nos revolvió los hemisferios cerebrales.
Ozzy Osbourne, solista, el señor de las tinieblas en Monterrey. Entre la multitud toda la generación. Los de vieja escuela. Veinteañeros conspicuos a liberar toda especie de murciélagos o palomas descabezadas.
Al calor de la extinta ciudad adolescente. Lo seguimos por 8 ocasiones más. Tres con Black Sabbath en el famoso tour Ozzfest en Dallas Texas.
Encontramos la guía para sobrevivir a la tesitura del crecer. Descansa en poder. Donde quiera sea el cosmos. Tropezaremos en el futuro a corto o mediano tiempo, tal vez.
Mario, nuestro hospedador en Woodlands, a los 18 años se enrolo en el army. Le perdimos la huella. La guitarra la cambió por una ametralladora. Imagino por su mente siempre sonando War Pigs.