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Ozzy Osbourne en Cuba, recuerdos de una experiencia alucinante

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Carlos Morales

Montevideo (Mesa Américas).- Empezaba el 2016 cuando Ozzy Osbourne sentía el sol de una isla donde en las décadas previas su música se escuchaba a escondidas y que lo recibía en el contexto de un efímero e ilusorio “deshielo”: el Príncipe de las Tinieblas estuvo en Cuba y la experiencia le pareció “alucinante”.

Quien fuera el primer cantante de Black Sabbath, la banda que en 1970 creó el heavy metal, Osbourne, fallecido el martes a los 76 años, llegó a La Habana junto a su hijo Jack para filmar una serie de History Channel, en medio de un acercamiento entre Cuba y EU que aprovecharon muchas personalidades para conocer el último reducto de la Guerra Fría.

Y tras el tour del cliché (tabacos, autos antiguos, sitios históricos), Ozzy encontró un momento para peregrinar hasta el monumento a uno de sus ídolos musicales, el también británico John Lennon.

El periodista cubano Michel Hernández, referente de la escena musical alternativa en su país y testigo de aquella visita, compartió con la Agencia Sputnik recuerdos de su charla con Ozzy en el Submarino Amarillo, un bar temático a pocos metros de la plaza donde la figura broncínea de quien fuera uno de los líderes de The Beatles soporta sol y sereno.

“Fue un encuentro increíble, impresionante… Hablamos casi una hora, sin guion ni solemnidad, a todas luces conmovido… Ahí me comentó que sin los Beatles no hubiera existido Black Sabbath”, relató Hernández a esta agencia, a propósito del reciente fallecimiento del cantante, quien desde hace años sufría de Parkinson y tenía algunas lesiones en la columna, entre otros padecimientos.

Ozzy llegó al bar enfundado en una gabardina azul por la que asomaba su emblemático crucifijo y un grueso anillo en la mano izquierda que acentuaba cierto aire de realeza, aunque a su interlocutor le impresionó la humildad que mostró durante la conversación y su disposición a saludar y dejarse tomar fotos.

“Fue muy humilde. En una de esas me abrazó como si me conociera de toda la vida. Y me impresionó que un hombre que se hizo leyenda, entre otras cosas, por sus excesos, pidiera para beber una soda de limón”, contó Hernández, responsable de algunas de las entrevistas menos complacientes del ámbito musical cubano.

ENCUENTRO DE LEYENDAS

Cuando le preguntó por su visita a la estatua de Lennon, Osbourne le confesó a Hernández que le entristecía ver la imagen del autor de Imagine, cuyo asesinato en 1980 siempre le pareció un acto muy cobarde: “Fue muy triste el asesinato de un hombre que dio tanto placer a tanta gente a través de su música”, afirmó entonces.

Y es que Ozzy nació en una familia muy pobre, y la música de los Beatles lo salvó de una oscuridad que pudo condenarlo, pero en lugar de ello inspiró, y de paso sedujo a auténticas leyendas del metal, que hace apenas dos semanas le dieron la despedida que muchos añoran y pocos consiguen.

El pasado 5 de julio, bandas como Anthrax, Metallica, Slayer, Tool, Gojira, Pantera, Lamb of God, y Guns n´Roses, entre muchas otras, convergieron en el concierto “Back to the Beginning”, en el Birmingham natal de Ozzy y del resto de la formación original de Black Sabbath: el guitarrista Tony Iommi, el bajista Geezer Butler y el baterista Bill Ward.

A pesar de sus casi dos décadas consagrado al periodismo musical, lo que le ha permitido hablar con leyendas como Mick Jagger, Pablo Milanés o Billy Gibbons, Hernández no duda en colocar a Ozzy Osbourne en la cima de sus aventuras como reportero, por lo que representó el británico para la música y la cultura.

“Ozzy fue un artista que irrumpió de una manera brutal, que rompió moldes en tiempos de la contracultura, cuando parecía que no había margen para más rupturas. Dio voz a un sentimiento humano más oscuro, que salió del underground y fue abrazado por la cultura popular sin perder coherencia”, valoró.

En entrevistas posteriores a su paso por La Habana, Ozzy describió la experiencia como “mind-blowing” (alucinante), elogiando la arquitectura, los autos clásicos, la seguridad y los bajos costos en la Cuba de entonces, al punto que aseguró, quizás para ser gentil, que le gustaría vivir en la isla.

Las circunstancias cambiaron, las relaciones con EU volvieron a “congelarse” y Ozzy no volvió a Cuba, pero en la isla caribeña, donde faltan muchas cosas menos el sol, los amantes del rock y el metal atesoran aquellos días que el mismísimo Príncipe de las Tinieblas los honró con su visita. (Sputnik)

Fuente: https://noticiaslatam.lat/

Foto: Tomada de https://x.com/TheOzzFest/

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