
Ciudad de México.– Para el diputado Gerardo Olivares Mejía, la reforma al sistema de pensiones de 2007 dejó una deuda pendiente con los trabajadores del Estado. Por eso, desde el Partido del Trabajo ha impulsado una iniciativa que busca modificar el artículo Décimo Transitorio de la Ley del ISSSTE, con el fin de devolver condiciones que, asegura, fueron recortadas en perjuicio de los empleados públicos.
La propuesta consiste en que las y los trabajadores del Estado que ya estaban en activo cuando se aprobó la reforma en 2007 puedan jubilarse a los 50 años en el caso de las mujeres y a los 52 en el caso de los hombres, siempre y cuando cumplan con los 28 y 30 años de servicio, respectivamente. Un intento por eliminar la tabla de edad mínima que actualmente obliga a esperar hasta los 60 o 58 años para recibir su pensión.
Según Olivares Mejía, esa tabla —que aumenta año con año el requisito de edad para el retiro— alteró de forma regresiva un derecho que ya había sido adquirido por los trabajadores. “Antes de 2007, bastaba con alcanzar los años de servicio. No importaba cuántos años tuvieras”, subrayó.
Aunque reconoce la importancia de garantizar la solvencia del Estado y fomentar el ahorro individual para el retiro, el legislador asegura que esto no debe hacerse a costa de los derechos laborales conquistados. “Es posible corregir lo que se hizo mal, sin que ello implique regresar por completo al modelo solidario”, apuntó.
El documento ya fue turnado a la Comisión de Seguridad Social, y si bien el camino legislativo aún es largo, la discusión vuelve a poner sobre la mesa un tema sensible para miles de trabajadores públicos: la promesa de una jubilación digna que no se postergue indefinidamente.
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Foto: Tomada de https://x.com/ISSSTE_mx/media