A solo un día de entrar en funciones, la recién creada Nueva División Ambiental del Estado comenzó sus acciones con mano firme: cuatro establecimientos fueron suspendidos temporalmente por operar sin permisos y contaminar de forma evidente el suelo en los municipios de Guadalupe y Salinas Victoria.
En estos sitios, que se dedicaban a actividades como bancos de materiales, compra-venta de chatarra y reciclables, así como almacenamiento de pedacería plástica, las inspecciones revelaron un patrón común: el manejo inadecuado de residuos directamente sobre suelo natural y a cielo abierto.
Durante las visitas realizadas por personal especializado, se documentó la presencia de escombro, bolsas plásticas, llantas, ramas, residuos orgánicos por desmonte, y otros materiales contaminantes abandonados sin ningún tipo de control.
La Procuraduría Estatal de Medio Ambiente, dependiente de la Secretaría del ramo, determinó imponer la suspensión total de actividades en los cuatro establecimientos, debido a las omisiones graves y afectaciones ambientales comprobadas.
Además, las empresas carecían de permisos esenciales como resolutivo en materia de impacto ambiental, registro como generador de residuos de manejo especial, registro de descargas de aguas residuales, y autorización para operar en el giro de reciclaje, entre otros requisitos legales.
Como medida urgente, se ordenó la limpieza inmediata de los predios, así como la recolección y disposición final de los residuos con apoyo de transportistas autorizados, con el objetivo de frenar la contaminación y mitigar el daño al entorno.
La Nueva División Ambiental, creada mediante acuerdo publicado recientemente en el Periódico Oficial del Estado, anunció que continuará con operativos de inspección y vigilancia permanente. Su enfoque se centrará en asegurar el cumplimiento de la ley bajo ejes estratégicos como aire puro, suelo sin contaminantes, agua limpia, protección animal y biodiversidad.
El mensaje del nuevo cuerpo ambiental es claro: en Nuevo León, el compromiso con el equilibrio ecológico ya no es una promesa, es una acción en marcha.
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