
Austeridad a conveniencia: promesas que viajan más que los ministros
En la órbita política mexicana, la austeridad parece ser un concepto flexible, que se ajusta al gusto del momento y a la comodidad del viajero de turno. Ahora es Hugo Aguilar Ortiz, próximo ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien anuncia que planea recortar salarios en los altos cargos del máximo órgano judicial. Según él, la medida está en línea con la “revisión del funcionamiento de la Corte” y con la política de austeridad que tanto presume el gobierno actual.
Lo curioso es que estas promesas de recortes conviven con la imagen de funcionarios que recorren el mundo con lujo, entre vuelos privados, hospedajes de alta gama y eventos internacionales, como si la austeridad fuera un accesorio opcional en su guardarropa. Aguilar Ortiz asegura que su objetivo es acercar la justicia al pueblo y reorientar los recursos públicos, una meta digna de aplauso si no fuera porque su anuncio coincide con un historial de excesos que hacen dudar de la seriedad de tales intenciones.
Además, la llegada de Aguilar Ortiz marca un hito histórico: será el primer ministro presidente de origen indígena y el primero elegido por “voto popular” en la SCJN. Un logro que bien podría ser celebrado, si no fuera porque la promesa de austeridad se mezcla con la costumbre de los funcionarios de convertir la prudencia fiscal en un concepto relativo.
Mientras la Corte planea ajustar salarios, queda en la memoria del ciudadano promedio la paradoja de un sistema que predica ahorro mientras sus protagonistas parecen tener pasaporte ilimitado para la ostentación, porque habría que ver todo lo que reciben los magistrados. No solo en sueldos sino de otro tipo de prestaciones. Así ni para que y presumir que bajará sueldos.
Por lo que la austeridad se anuncia, se aplaude y se olvida, dependiendo de la agenda de quien la promueve. Por cierto, el nuevo titular debería creérsela mucho, cuando la gran mayoría de mexicanos no salió a votar por él y todo su equipo de acordeones.