jueves, 28 agosto 2025
26.4 C
Monterrey

Gerardo Ledezma

Últimas Noticias

Senado o ring de barrio bravo

Lo de la última sesión de la Comisión Permanente no fue un debate legislativo: fue una función de lucha libre con gritos, manotazos y hasta camarógrafo tirado al suelo. Entre Alejandro “Alito” Moreno y Gerardo Fernández Noroña nadie sabe quién agredió primero, pero ambos presumen haber sido la pobre víctima. “La primera agresión física vino de Noroña. Él lanzó el primer empujón, y lo hizo por cobarde”, acusó el dirigente priista. Por su parte, el propio Noroña asegura que todo fue un “operativo planeado” en su contra: “Alejandro Moreno llega a jalonearme mientras cantábamos el himno y, al terminar, me amenazan y me golpean. (…) ¡Te voy a partir la madre, te voy a matar!”.

En medio de los empellones quedó el camarógrafo del Senado, Emiliano González, que terminó en el piso entre patadas y pisotones, aunque sin soltar la cámara. El resultado fue un documento gráfico de lujo: videos donde se ve claramente a “Alito” Moreno pateando mientras suelta un sonoro “qué te pasa hijo de la chingada”. Desde luego, más tarde saldría el “lente” casi con muletas, cuellera, un brazo jodido. Bueno, nadie que se viera.

continuemos…

El PRI dice que Morena “rompió el acuerdo de la Cámara” y que todo se debió a que no les dieron la palabra. Morena responde que fueron “pandilleros encabezados por Alejandro Moreno” los que cerraron las salidas y armaron la trifulca. “Este asunto no puede quedarse ahí. Vamos a solicitar el desafuero de los legisladores que nos agredieron físicamente”, amenazó Noroña, acompañado de senadores y diputados que calificaron lo ocurrido como “una agresión sin precedentes en la historia legislativa del país”.

Lo cierto es que entre amenazas de muerte, golpes y discursos de “cobardía”, el Senado quedó convertido en un espectáculo circense que ni los gánsters de película hubieran ensayado mejor. El colmo: hasta la Junta de Coordinación Política tuvo que pedir medidas de protección para Noroña y para el camarógrafo, como si fueran testigos protegidos en un juicio contra el narco.

Y mientras discuten quién pegó primero, el país entero observa a dos gallos de corral que confunden la Cámara con un ring de barrio. Porque en esta guerra de bocones y empujones, lo único claro es que la política mexicana sigue siendo un espectáculo grotesco… y con entrada gratuita.

Por cierto, espero que nadie olvide la millonaria casa de Noroña de un día atrás por que como diría su ex jefe le calló como anillo al dedo y más aún, que disque compró con sus ahorros de lo que gana en el Senado y realizando videos de YouTube como si fuese Luisito Comunica, al cual si le creeríamos de todo lo que gana por sus videos en redes sociales, pero a Noroña ¿va? Veamos en que termina está novela previamente al informe de la Señora Presidenta con “A” .