A partir del 1 de septiembre, la exvicepresidenta perderá a los agentes y todos los servicios de inteligencia que tenía asignados para protegerla a ella y a su propiedad en Los Ángeles, California.
Por ley, Harris contaba con seis meses más de este servicio tras abandonar su cargo en la Casa Blanca. Además, el exmandatario Biden le había otorgado una extensión de seguridad que finalizaba en julio de 2026, pero la actual Administración estadounidense ordenó suspender cualquier procedimiento del Servicio Secreto, más allá de los requeridos.
Fuentes policiales de California informaron que la Patrulla de Carreteras de ese estado implementará un plan para brindar protección a Harris. Esta medida surgió luego de que el gobernador Gavin Newsom, y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, mantuvieron conversaciones para abordar la situación de la exvicepresidenta.
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