
Aunque Hollywood y Canadá concentran el poder de la industria, el cine latinoamericano se abre camino con títulos que ya son referencia mundial. Un estudio de la plataforma Spoiler coloca a Brasil, Argentina y México como los países que lideran la región en premios, nominaciones y reconocimientos internacionales.
El primer puesto lo ocupa Roma, de Alfonso Cuarón, que suma 484 menciones entre galardones y nominaciones, consolidando a México como potencia fílmica desde aquella Época de Oro que dejó hitos como Los Olvidados de Buñuel o Macario de Gavaldón, la primera cinta nacional nominada al Óscar en 1961.
Brasil también presume lo suyo con un empate técnico: Ciudad de Dios de Fernando Meirelles y Aún Estoy Aquí de Walter Salles. La primera ostenta 75 premios y 50 nominaciones, mientras que la segunda acumula 132 menciones en total, entre triunfos y nominaciones.
Argentina, por su parte, brilla con El Secreto de sus Ojos, de Juan José Campanella, que eclipsa a títulos como La Historia Oficial, Relatos Salvajes o El Hijo de la Novia. No hay que olvidar que fue precisamente Argentina la que consiguió el primer Óscar para la región con La Historia Oficial en 1986.
El mapa se amplía hacia otras naciones. Colombia, Paraguay y Chile destacan con autores como Ciro Guerra, Laura Mora, Pablo Larraín o Sebastián Lelio. Películas como El Abrazo de la Serpiente o La Nana muestran que el cine de estos países ya no es promesa, sino presente.
Centroamérica ha tenido un trayecto más difícil, pero no por ello invisible. Nicaragua quedó marcada con la nominación al Óscar de Alsino y el Cóndor en 1982. Panamá y Guatemala han dado saltos importantes con Todos Cambiamos de Arturo Montenegro e Ixcanul de Jayro Bustamante, mientras Costa Rica empieza a figurar gracias a Antonella Sudasassi Furniss, una de las pocas directoras incluidas en el estudio.
El Caribe completa la radiografía con historias que han hecho eco en festivales. Cuba suma títulos como Conducta, con 21 premios y 12 nominaciones, además de Fresa y Chocolate, la única cinta cubana nominada al Óscar. República Dominicana, más joven en este camino, sorprendió en 2024 con Pepe, que se convirtió en la película más reconocida de su historia.
La conclusión es clara: Latinoamérica ya no solo exporta historias, sino que se abre un lugar en la vitrina de los grandes premios. La globalización, el crecimiento de sus industrias y la calidad narrativa colocan a la región en una etapa donde mirar hacia otro lado es imposible.
Fuente:Spoilertime
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