
En Monterrey, la creatividad del delito alcanzó un nuevo nivel. Dos jóvenes decidieron disfrazarse de empleados de la Comisión Federal de Electricidad con todo y camioneta rotulada, cascos amarillos y uniformes que parecían salidos de la mismísima bodega de utilería de una serie de televisión.
El problema fue que, en su afán de convencer a vecinos de la colonia Barrio Aztlán de pagarles 80 mil pesos para no quedarse sin servicio, olvidaron un pequeño detalle: la CFE no cobra a domicilio ni a mano armada.
La historia terminó en la calle Ocosingo, donde policías de Fuerza Civil recibieron el reporte y encontraron a Javier “N” y Dilan “N”, de 25 años, listos para continuar con su “operativo de cobro” que incluía sellos, pernos, calcomanías fosforescentes, gafetes de plástico y hasta un escáner. Todo tan bien montado que parecía un taller de utilería eléctrica.

Ambos fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal. Mientras tanto, la moraleja es simple: si alguien llega a tu puerta con uniforme de la CFE pidiéndote 80 mil pesos en efectivo, desconfía. La electricidad puede ser cara, pero no tanto como la ingenuidad.
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