
Ciudad de México.- El Grupo Parlamentario del PRI anunció su voto en contra de la reforma a la Ley de Aduanas, señalando que, lejos de modernizar el sistema, la iniciativa del gobierno de Morena impone cargas desproporcionadas, entorpece el comercio internacional y perpetúa prácticas de corrupción en las fronteras mexicanas.
Durante la reunión extraordinaria de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, los diputados Jericó Abramo Masso, Emilio Suárez Licona y Christian Castro Bello explicaron que la reforma concentra más poder en Hacienda, la Agencia Nacional de Aduanas y la Agencia de Transformación Digital, sin garantizar resultados efectivos. Además, endurece las obligaciones de los agentes aduanales, equiparándolos con servidores públicos, lo que genera inseguridad jurídica y vulnera su autonomía.
Abramo Masso denunció que el esquema actual ha permitido la importación ilegal de gasolina disfrazada como aceites o derivados del petróleo, un fraude conocido como huachicol fiscal que habría costado al país más de 600 mil millones de pesos en siete años. Subrayó que la reforma no combate la corrupción, sino que la encubre, al cargar toda la responsabilidad sobre los agentes aduanales y eximir a los funcionarios públicos involucrados.
Suárez Licona destacó que, aunque es necesario agilizar el comercio internacional y mejorar la seguridad en las aduanas, esta reforma complejiza los trámites y viola principios de proporcionalidad al aumentar multas hasta en 300% del valor de la mercancía, afectando logística y precios.
Por su parte, Castro Bello criticó el mantenimiento del control militar sobre las aduanas sin auditorías independientes ni mecanismos de transparencia, señalando que la iniciativa responde más a una lógica recaudatoria que a una verdadera modernización.
El PRI propuso, en cambio, una Ley Aduanera que sea moderna, eficiente y transparente, que reduzca la corrupción y fortalezca la competitividad del país, siguiendo modelos exitosos aplicados en Europa.
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