Reforma aduanera: ¿modernización o excusa para eludir responsabilidades?
La Cámara de Diputados aprobó esta semana la reforma a la Ley Aduanera impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, con la promesa de modernizar el comercio exterior, endurecer sanciones y fortalecer el control aduanero. Sin embargo, el despliegue legislativo deja más dudas que certezas sobre su eficacia real.
Diputados del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano señalaron que, lejos de combatir el contrabando o la corrupción gubernamental, la reforma transfiere responsabilidades a los particulares. “Pretenden lavarse las manos por el huachicol fiscal”, advirtió Verónica Martínez (PRI), al criticar la desproporción de las nuevas sanciones.
Durante la sesión, la protesta se volvió visual: legisladores del PAN desplegaron bidones de gasolina y pancartas que recordaban el quebranto de 600 mil millones de pesos provocado por el contrabando de combustibles, según la Procuraduría Fiscal. Aun así, el dictamen sigue adelante, con 65 artículos modificados, 44 adicionados y nueve derogados, además de la creación del Consejo Aduanero, la ampliación de la vigencia de patentes y el uso de cartas de crédito como garantía.
Los defensores de la reforma aseguran que busca combatir evasión, contrabando y corrupción, pero para críticos como Federico Döring, del PAN, se trata de una “farsa propagandística”: el gobierno apenas ha recuperado el 1% del dinero perdido por el huachicol fiscal, mientras Morena concentra “el 1% de capacidad y el 99% de delitos, narcoterrorismo y huachicoleros fiscal”. Movimiento Ciudadano, en tanto, recordó que los grandes fraudes no se gestan en las ventanillas, sino en las oficinas del poder.
Más que un avance institucional, la reforma parece un mecanismo para delegar culpas y maquillar la responsabilidad del Ejecutivo. Lo que debería ser un esfuerzo transparente para proteger la economía nacional se percibe como un acto simbólico con escaso impacto real, mientras la memoria del huachicol fiscal sigue señalando hacia quienes hoy gobiernan.
