
Es de noche señor. Quédate con nosotros. Después de la pausa comercial. Recuerdo donde estacione el auto. Por la calle Padre Mier. Caminar extraviado no resulta producente. He venido al GNP en el Pabellon M a ver a Stratovarius.
La banda finlandesa de power metal melódico con elementos de música clásica, formado en 1984 en la ciudad de Helsinki con dieciséis álbumes de estudio, seis DVD y seis álbumes en vivo, demostró en Monterrey porque es considerada una de las bandas pioneras y una de las más influyentes en la historia.
Además, lo no convencional, ninguno de sus miembros actuales formó parte de la agrupación original. Aquí estamos los verdaderos seguidores de la patente del nombre, del embrujo técnico y conceptual de los nórdicos.
Timo Kotipelto – vocalista, Jens Johansson – teclados, Lauri Porra – bajo, Matias Kupiainen – guitarrista y Rolf Pilve – baterista, son bastante puntuales el domingo 19 de octubre. Iniciando a las 19:10 horas para concluir a las 21:00 horas el fade out de iluminación.
Los dictados de la voz en off sugieren tomar los asientos. El logotipo de una estrella estilizada al fondo.
Aqui viene la descarga con Speed of Light, Eagleheart, The Kiss of Judas, World on Fire, Eternity, Black Diamond, Twilight Symphony, Holy Light, Paradise
Para el bajo de solo demuestran conocer las notas del himno nacional mexicano. Aderezado de inmediato con el chauvinismo a ultranza: nuestro cielito lindo coreado. Aquí y ahora Finlandia coexiste en el escenario junto a la tierra del águila devorando a la serpiente sobre un nopal.
Survive y Destiny clausuran el programa original. Al receso premian con Forever, Unbreakable y Hunting High and Low.
22:00 horas en el primer cuadro. Pocos despistados caminan entre los cortinajes de metal cerrado. Los comercios abrirán el lunes después de las 8 o 9 de la mañana. A la misma hora los oficinistas. La memoria es una trampa acompasada con los sonidos de Stratovarius.
Por: Gerson Gómez-eitmedia.mx