Como salido de un cómic de bajo presupuesto, Jaime Alberto C., de 37 años, protagonizó su último capítulo criminal cubriéndose el rostro con una bolsa de plástico mientras amenazaba a los empleados de un Oxxo con un cuchillo. Su botín: 430 pesos. Su superpoder: una creatividad cuestionable y un gusto particular por repetir el mismo modus operandi.
Vecinos y policías no podían creerlo: este singular “villano” ya había hecho apariciones previas los días 4, 14 y 15 de octubre en la misma sucursal, siempre fiel a su estilo: bolsa en la cabeza, cuchillo en mano y huida veloz, casi como si ensayara para un reality de delincuentes amateurs.
La detención se realizó a las 22:15 horas, luego de que un empleado alertara a la Policía de Monterrey, quien rápidamente dio caza al hombre-bolsa en Ejército Constitucionalista y Plan de Guadalupe. La captura fue tan efectiva como predecible: tras comprobar que llevaba consigo los 430 pesos del robo, Jaime Alberto quedó bajo custodia de la autoridad.
Entre bolsas negras y amarillas, cuchillos y un particular sentido del dramatismo, este ladrón logra que hasta los delitos más cotidianos parezcan escenas de una historieta. Ahora, mientras espera su turno ante el Ministerio Público, el hombre-bolsa probablemente medita sobre su próxima aparición, quizás imaginando nuevas combinaciones de bolsas y armas blancas para seguir protagonizando sus “aventuras” criminales en la colonia Antonio I. Villarreal.
La Policía de Monterrey, por su parte, sigue implementando la estrategia Escudo, recordando que incluso los villanos más pintorescos no tienen lugar frente a la ley. Aunque, hay que admitirlo, Jaime Alberto C. ha demostrado tener un estilo que ni Marvel hubiera imaginado.
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