
México entre números, robos y comisiones: cuando la política parece una broma de mal gusto
Mientras los recursos públicos se evaporan como agua en un desierto, el gobierno presume cifras y porcentajes que solo dan ganas de encender una vela y pedir por el país que dejamos de reconocer. Entre enero y septiembre de 2025, la inversión física del sector público se desplomó un 32.5 por ciento. La obra pública, esa que debería cambiar vidas, se ha reducido a un espejismo: los 568 mil millones gastados palidecen frente a los 811 mil millones de 2024. Sin Pemex, el panorama es aún más desolador: 390 mil millones, casi un tercio menos que el año anterior. Y sí, el transporte y la energía caen como dominós mientras los ciudadanos seguimos esperando calles, carreteras y servicios que realmente funcionen, desde luego esto lo da a conocer en una de sus páginas El Sol de México.
Y si los números no dan miedo, los robos sí. Ángel y Josué, quienes aprovecharon Marketplace para convertir un simple anuncio de venta de auto en un secuestro express, están ahora tras las rejas. Amenazas, transferencias forzadas y fuga incluida, todo mientras los demás seguimos pagando impuestos para que haya policías que “actúen con firmeza”. Porque nada dice seguridad como que los reincidentes finalmente terminen en prisión. Lo sorprendente es de que vaya usted a saber cuantos bandidos operan de está forma desde las prisiones que existen en nuestro país.
Por si todo esto fuera poco, la Suprema Corte nos recuerda que, al menos en algo, alguien está pensando en nosotros: las comisiones de las Afores tienen límites. La ministra Yasmín Esquivel subraya que esto no es un libre mercado, sino protección de los trabajadores. La ministra Loretta Ortiz complementa: el objetivo es garantizar pensiones dignas. Suena bien, ¿verdad? Mientras tanto, el transporte colapsa, los robos se multiplican y la inversión pública cae a niveles de chiste malo, pero, hey, al menos nuestras Afores no se van a comer nuestros ahorros.



