Monterrey.— La ciudad entera respira fútbol. Este sábado, a las 19:05 horas, el Estadio BBVA será escenario del Clásico Regio 135, el duelo más esperado del norte entre Rayados y Tigres, correspondiente a la Jornada 16 del Torneo Apertura 2025. Ambos equipos llegan en la parte alta de la tabla —Tigres con 32 puntos y Monterrey con 30— y con la mira puesta no solo en el orgullo regio, sino también en cerrar la fase regular como los mejores del campeonato.
Rayados trabajó a puerta cerrada en El Barrial, donde el técnico Domènec Torrent definió su once inicial con Santiago Mele en el arco; Stefan Medina, Víctor Guzmán, Sergio Ramos y Gerardo Arteaga en defensa; Jorge Rodríguez y Fidel Ambriz en la contención; Lucas Ocampos, Jesús Manuel “Tecatito” Corona y Sergio Canales como generadores de juego; además de Germán Berterame como único punta.
El conjunto albiazul no contará con el canterano Iker Fimbres por lesión, pero recupera a Ricardo Chávez, Erick Aguirre y al propio Ambriz, quien será titular. Tras el entrenamiento, los jugadores se acercaron a la afición para convivir y firmar autógrafos, gesto encabezado por Canales y Anthony Martial, quien buscará marcar su primer gol en un Clásico.
Del otro lado de la ciudad, Tigres cerró su preparación en el Estadio Universitario. Guido Pizarro, estratega felino, probó dos alineaciones durante el interescuadras de este viernes, una con André-Pierre Gignac en la banca y otra con el francés como titular. El once inicial más probable incluiría a Nahuel Guzmán; Javier Aquino, Joaquim Pereira, Jesús Angulo y Marco Farfán; Rómulo Zwarg, Fernando Gorriarán, Diego Laínez, Ángel Correa, Juan Brunetta y Gignac.
En conferencia de prensa, Pizarro fue claro: “El Clásico Regio es más importante y más pasional que cualquier otro en México. La gente acá vive el fútbol de una manera intensa, y nosotros sentimos esa pasión. Para nosotros no es un partido más, es un juego especial que representa mucho para el club y para nuestra afición”.
Torrent, en cambio, ha preferido restar dramatismo al ambiente, señalando que “cada partido vale lo mismo en puntos”, aunque dentro del plantel saben que vencer a Tigres tiene un valor emocional que trasciende lo deportivo.
Las estadísticas recientes marcan una tendencia favorable para los auriazules. Desde septiembre, Tigres ha disputado nueve encuentros, con saldo de cinco victorias y cuatro empates, 15 goles a favor y solo seis en contra. Rayados, en ese mismo periodo, suma tres triunfos, tres empates y dos derrotas, con 13 anotaciones a favor y 15 recibidas.
El duelo será también una lucha por las supremacías locales y visitantes: Tigres busca cerrar la jornada como el mejor visitante del torneo, mientras que Rayados aspira a consolidarse como el mejor local, en un estadio que promete estar a su máxima capacidad.
El Clásico 135 llega con dos equipos poderosos, plantillas de lujo y técnicos que entienden la magnitud del encuentro. Gignac podría iniciar en la banca, pero su sola presencia es garantía de peligro. Canales y Corona liderarán el ataque albiazul con la obligación de darle a Monterrey un triunfo que lo acerque a la cima.
En una ciudad donde el fútbol divide familias, paraliza calles y enciende pasiones, el resultado de esta noche definirá más que tres puntos: definirá el orgullo de todo un estado. Y como cada vez que se enfrentan Tigres y Rayados, no hay pronóstico seguro, solo la certeza de que el norte volverá a rugir.
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