El Buen Fin terminó y, contra todos los pronósticos de quienes esperaban rebajas… y relajo, Monterrey cerró la jornada con saldo blanco. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana desplegó su operativo del 12 al 17 de noviembre en el centro de la ciudad y en los principales centros comerciales, donde 350 elementos de Policía, Tránsito, Guardia Auxiliar, Cadetes, Auxilio Vial y Protección Civil tuvieron más movimiento que varias tiendas.
El Comisario General, Eduardo Sánchez Quiroz, no dejó pasar la oportunidad para reconocer el trabajo del personal y, de paso, agradecer a los ciudadanos por haber acudido a comprar sin convertir las filas en lucha libre ni los pasillos en carreras de carros de súper. Al final, el operativo funcionó, aunque no faltaron los incidentes que le ponen sabor a cualquier fin de semana de ofertas.
En total se detuvo a 20 personas por distintos delitos y otras 95 por faltas administrativas, porque siempre hay quien confunde las promociones con permisos para portarse mal. También se brindaron 28 apoyos ciudadanos, se aseguró un arma, cuatro vehículos quedaron a disposición del Ministerio Público y una motocicleta resultó tener reporte de robo.
Dentro del desfile habitual de detenciones aparecieron los clásicos farderos que creen que esconder mercancía es un arte milenario, dos personas que terminaron en manos de la autoridad federal por portar arma de fuego y droga, otros dos por asuntos equiparables a robo de vehículo y uno más que decidió cerrar el Buen Fin dejando daños en propiedad ajena.
Con el saldo final, las autoridades pueden presumir que el operativo cumplió su objetivo. Y los regiomontanos, por su parte, pueden celebrar que este Buen Fin dejó ofertas, compras… y apenas los incidentes mínimos que recuerdan que, aun con descuentos, el caos nunca entra en promoción.
