
El país invencible
Despertamos con las noticias. En las redes sociales leímos magnifica crónica sobre el ladrón austero. De colonia popular en los alrededores del municipio mixto. Entre lo rural y lo urbano.
El participante anónimo, al igual al Shakespeare de la época, hace el recuento detallado de la apabullante captura de un hombre apodado el risas.
Seguimos cada uno de los párrafos. Llenos de creatividad noticiosa caustica. El buen periodismo resulta con baños de literatura. A la inversa, la literatura de lo inmediato también convertir en periodismo.
La clave distingue el uso de las formalidades. Aparece las seis preguntas de rigor. Luego, la inteligencia construye ejes temáticos. Sumamente raro en la sociedad colerizada del progresista e ignorante Nuevo Nuevo León.
Risa remedio infalible. A pata suelta. Sana. Tragedia para el usuario de bienes ajenos a la pertenencia genuina. En la lectura premeditada coincidimos la apuesta de conocer el perfil del redactor.
Varón mayor de 30 años. Bastante culto por el uso del lenguaje. Distopico al relajo de la tragedia. Hartazgo para construir no un cuento, sino una crónica generosa. Aparece mucho antes al hallazgo reportreril formal, las imágenes del amarrado ladrón disfrutando del apapacho del concreto y el asfalto. En medio de la calle del fracccionamiento.
El remate o conclusión vuela a la par de los relatos salvajes. Nos hizo soñar con emprender la carretera mediatica informativa. Dirigir a esa esmeralda ya sazonada. Chusca, graciosa y con respeto. Sin sensacionalismo o amarilismo desconzolador.
Para la media mañana del lunes, en otra zona lejanda a la realidad, mixta de campo y urbanización, aromatica a campo, hierva verde y sin resaca contaminante la dama rumbo a su centro laboral escucha el motor del auto sonidos desconcertantes.
Orillada descurbe bajando de la parte posterior a la defensa el crotalo llamado pitón. Una especie de vibora de partes selvaticas, por ejemplo el amazonas del Brasil de Lula da Silva.
Imaginamos la narrativa de ambos sucesos. El periodismo es un país invencible. No un producto acartonado. Aun ahora, considerar a ese empirismo profesional, la mejor manera de llevar a resguardo, toda clase de pleyades, de la escritura sin la inteligencia artificial. De buen sabor de boca.




